El proyecto ‘Memoria oral del asociacionismo de Hortaleza’ surge para recoger las historias de vida de referentes del movimiento asociativo del distrito, muchos de ellos ya octogenarios y nonagenarios, que han sido protagonistas de los profundos cambios sociales de las décadas de los setenta y ochenta que transformaron el país y nuestro barrio. Con este proyecto, Hortaleza Periódico Vecinal ha registrado en formato sonoro y audiovisual entrevistas a una decena de vecinos y vecinas para conservar sus testimonios de forma duradera y así acercar esas vivencias a la población más joven del distrito.

1. FLORENCIO ELIPE Y ANSELMO LÓPEZ, MEMORIA DEL PUEBLO DE HORTALEZA

Florencio Elipe nació en 1938, fue amigo de la infancia de Luis Aragonés y también vivió durante un tiempo de jugar al fútbol, aunque en categorías más modestas. En 1963 abrió Casa Florencio, un restaurante en la calle Mar Caspio que ahora regentan sus hijos. Anselmo López es primo de Florencio y nació en 1939. Ha sido un barnizador de trabajo fino, de los que ya no quedan. Además fue presidente del club de fútbol Pinar, de la asociación Pueblo de Hortaleza y ha gestionado durante décadas, de forma altruista, el antiguo cementerio parroquial.

Florencio y Anselmo son memoria viva del pueblo de Hortaleza, un municipio que cuando nacieron tenía apenas un millar de habitantes y en 1950 acabaría absorbido a Madrid. Los dos han sido testigos de la transformación de aquella Hortaleza rural, rodeada de trigales y arroyos, hasta convertirse el distrito urbanizado que hoy en día acoge a casi 200.000 personas. “Ahora no tenemos más que casas, no entra ni el aire”, bromea Anselmo durante la conversación, grabada en su antiguo colegio. En este episodio también participa Julián Priego, ganador del primer certamen de historia de Hortaleza Juan Carlos Aragoneses con el espléndido texto ‘Recuerdos escondidos‘.

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Anselmo y Florencio en el jardín de la asociación, que fue uno de los colegios del antiguo pueblo de Hortaleza. DAVID NAVARRO

 

2. JOSÉ MARÍA JULIÁN, MEMORIA DEL BARRIO DE PORTUGALETE

El barrio de Portugalete, que se extendía entre la Ciudad Lineal de Arturo Soria y Canillas, ha quedado algo desdibujado en el callejero de Madrid, aunque protagonizó una movilización histórica en verano de 1975 contra un devastador plan urbanístico, el Plan Especial de la Ciudad Lineal, que pretendía borrarlo del mapa. Algunos de los mejores artistas plásticos del momento, como Juan Genovés, Arcadio Blasco, Lucio Muñoz, Ángel Aragonés, José Vento, Salvador Victoria o Tino Calabuig, se unieron a la protesta vecinal, contribuyendo con obras pintadas en las humildes paredes de las viviendas que formaron un efímero museo al aire libre en la periferia madrileña, y que se recuerdan como los Murales de Portugalete.

El barrio de Portugalete consiguió tumbar el Plan Especial con el empuje de su asociación de vecinos, en la que participó desde su fundación y presidió José María Julián Torrent, un barcelonés que llegó a Madrid a finales de los años cincuenta tras estudiar con los jesuitas. Un cristiano que se tomó muy en serio lo de amar y ayudar al prójimo, por eso se involucró en sacar a su barrio del barro. A sus estupendos 96 años, atesora una memoria prodigiosa que es también la del movimiento asociativo del distrito, en el que lleva participando activamente desde hace medio siglo.

En este episodio escuchamos también a Santiago Martínez, promotor de los Encuentros Culturales de Portugalete, y a Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid y vecina del barrio de Portugalete. Además, rescatamos los recuerdos de Manuel Fernández, el padre Manolo, que según José María Julián fue el verdadero promotor de la asociación de vecinos del barrio en los últimos años de la dictadura franquista.

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José María Julián, que presidió la asociación de vecinos de Portugalete, ha cumplido 96 años y mantiene una memoria prodigiosa. DAVID NAVARRO

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