El domingo 9 de mayo se celebró en la sede de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), joya arquitectónica nacida a mediados del siglo XX como teatro del Hogar Isabel Clara Eugenia, el acto de entrega de los premios del Certamen de Historia de Hortaleza Juan Carlos Aragoneses.
Enmarcado en un programa radiofónico realizado por Radio Enlace, el encuentro fue un éxito tanto por el certamen en sí, creado para rescatar y difundir la memoria del distrito, como por el merecido homenaje que se tributó a Juan Carlos Aragoneses, fallecido hace poco más de un año, del que se resaltó su magnífico blog, sus diez años de artículos en Hortaleza Periódico Vecinal, su participación en la defensa del patrimonio de Hortaleza y su labor en las visitas guiadas que organizaba junto a la biblioteca Huerta de la Salud.
Fue el propio jurado, compuesto por un miembro de Hortaleza Periódico Vecinal, otro de la Librería Mar Negro y un tercero de la biblioteca Huerta de la Salud, quien fue nombrando a las personas premiadas, ofreciendo antes breves retazos de sus méritos.
LOS PREMIADOS
El primer premio del certamen lo obtuvo Julián Priego Muñoz por su texto Recuerdos escondidos, un ejercicio memorístico de la Hortaleza de los años cuarenta y décadas siguientes, sorprendente por la profusión de nombres, lugares y costumbres reseñadas y por lo sensorial del relato. Y el segundo premio fue para Marcos Vasconcellos Naranjo por Amada Victoria, un retrato de la quinta de Huerta de Mena, o Los Almendros, durante los años veinte del pasado siglo, con el poeta Rafael Alberti y la joven Amada Victoria enamorados en su idílico entorno. Se advirtió del peligro actual que corre esta histórica quinta por carecer de protección urbanística.
Los dos premiados recibieron un lote de cervezas El Silo de Hortaleza, la cerveza artesanal del distrito, y cuatro libros relacionados con Hortaleza o Canillas: Mas de cien años de Historia de Hortaleza, de Aquiles Obispo; Canillas, de Ricardo Márquez; La casa de los cerezos, de L. G. Morgan; y La noia y otros relatos, de María José Hernández López. Además, al primer premio se le obsequió con una comida o cena para dos personas en el restaurante El Garnacho, de Valdebebas, cortesía de este establecimiento.
El jurado insistió en agradecer tanto a la empresa de cervezas como al mencionado restaurante su generosidad, porque fueron estos premios, al igual que otros que se vio obligado a conceder por la calidad de los trabajos presentados, los que hicieron posible un certamen cuyo coste material fue de cero euros. El uso de la sede de la ORCAM para la clausura del certamen resultó asimismo agradecido con reiteración.
Uno de estos otros galardones fue el premio especial Patrimonio de Hortaleza, otorgado a Saúl Martín González por En busca de la Hortaleza prehistórica: estado de la cuestión y partida, un estudio que parte del ahora, poniendo en valor los trabajos del recordado arqueólogo Javier Pastor Muñoz, para mirar al futuro. El nombre del premio redunda en el gran valor que dan los organizadores del certamen a los bienes históricos del distrito: el vecindario de Hortaleza destaca por su celo a la hora de preservar su patrimonio material, pero también quiere hacerlo por la preservación de su patrimonio inmaterial. Saúl Martín recibió un lote de cervezas El Silo de Hortaleza, ejemplares de los libros de Aquiles Obispo y Ricardo Márquez, una camiseta del Silo de Hortaleza y otra camiseta de Hortaleza Periódico Vecinal.
Los otros premios fueron las siguientes menciones especiales: Guerra y Revolución en el distrito de Hortaleza, de Óscar Díaz Morales, sobre la Guerra Civil; Portugalete, ráfaga de la historia de Hortaleza, de Santiago Martínez Gómez y José María Julián, sobre los murales de Portugalete; Todos rechazados, de Juan González Martínez, un acercamiento a la música punk en el distrito; e Infancia en Hortaleza, de Paloma Moreno Banegas, una semblanza de la Hortaleza de los años sesenta. Las cuatro menciones especiales lograron lotes de cervezas El Silo de Hortaleza y dos invitaciones para ver en el teatro al grupo Impro Impar, cortesía de este grupo de teatro hortalino.
Hortaleza destaca por su celo a la hora de preservar su patrimonio material, pero también quiere hacerlo por la preservación de su patrimonio inmaterial
El acto fue organizado por la asociación Danos Tiempo y estuvo amenizado con música de piano en directo por Alberto Julián, hijo de José María Julián, histórica personalidad de Portugalete que no pudo asistir a la cita, pese a ser coautor de un trabajo, por prudencia dada su avanzada edad. El hijo dejó en un lugar inmejorable al padre: pese a ser sólo un músico aficionado, y aunque fue “atracado” para actuar ante la falta de profesionales, tocó el piano las veces que hizo falta y deleitó a los presentes, puestos en su lugar, como si fuera un virtuoso.
Paco Aragón, locutor de Radio Enlace, canalizaba los hilos de un programa donde se alternaba la sorpresa con entrevistas a los premiados. Uno de los momentos más entrañables de la mañana fue cuando el miembro del jurado Ray Sánchez, de Hortaleza Periódico Vecinal, leyó el texto participante Juan Carlos Aragoneses, el otro sabio de Hortaleza, escrito por Vicente Morgado. Los recuerdos de amistad de niñez y juventud del autor con el recordado Juan Carlos arrancaron intensas emociones en el auditorio.
BRINDIS CON GARNACHO
El broche final del acto lo puso la asociación Pueblo de Hortaleza recordando las bondades del vino garnacho. Se aprovechó la participación de esta asociación para dar un aplauso, surgido espontaneo, a Anselmo López, uno de sus miembros; un vecino que lleva más de treinta años ocupándose desinteresadamente de la gestión del cementerio de Hortaleza y que siempre está a disposición del que quiera recuperar pasajes de la historia de su pueblo.
Luego se leyó un poema de Salvador Rueda de finales del siglo XIX dedicado al popular caldo de Hortaleza. Tras la lectura, los jóvenes Catalina y Jaime Aragoneses, hija y sobrino del homenajeado Juan Carlos, se presentaron como una fresca ráfaga en la mesa de la ceremonia y aportaron un documento sonoro impagable: la propia voz de Juan Carlos Aragoneses recitando los mismos versos sobre el vino de su pueblo. Nunca una repetición sonó tan reconfortante.
Los 19 participantes en el certamen recibieron al final un ejemplar del libro Tiempo salvado del tiempo (Antología poética 1980-2018), donados por su autor, el escritor y antiguo vecino de Hortaleza Manuel Rico, y por Vallecas Todo Cultura; un ejemplar del libro 09-19 Una década en imágenes, regalado por Hortaleza Periódico Vecinal; y dos entradas del histórico cine Hortaleza, detalle de los descendientes de los hermanos Ortega Casado, que eran los dueños de esta mítica sala derribada en los años ochenta.
Ya en el exterior del recinto, junto al maravilloso pórtico de columnas dóricas del teatro, se brindó con el vino garnacho ofrecido por la asociación Pueblo de Hortaleza. Y entre risas y emociones, se sintió, como tantas veces, lo que es vivir en Hortaleza, y se deseó que este certamen, del cual creemos que no existe ni ha existido nada parecido en otros barrios de Madrid, siga su curso en el futuro.
Enhorabuena a los premiados y a todos los participantes. Hortaleza Periódico Vecinal está diseñando un espacio en su página web donde se irán volcando para su lectura los 19 trabajos presentados al primer certamen Historia de Hortaleza Juan Carlos Aragoneses.
Un evento lleno de emociones, recuerdos y en el que se ha puesto muchas ganas e ilusión. Un merecido homenaje a Juan Carlos Aragoneses y a su buen hacer por Hortaleza. Un sitio muy apropiado para celebrarlo, la sede de la ORCAM es un edificio singular que los vecinos de Hortaleza echamos de menos no poder disfrutarlo más a menudo. Muchas gracias a todos los que habéis echo posible, que se célebre un evento tan entrañable en Hortaleza.
Si, en verdad fue emocionante el acto. Desde aquí quiero dar las gracias a la organización del evento por su trabajo, y felicitarles por el éxito.
También agradecer al jurado por concederme el honor del premio.
Para mi a estas alturas de mi vida, ha supuesto una enorme felicidad. He podido compartir con mi barrio, o mejor dicho, mi pueblo que es como me gusta llamarlo cuando hablo de Hortaleza, esta historia grabada en mi memoria con esos recuerdos tan felices de mi niñez, adolescencia y juventud, porque pese a todo, fueron unos tiempos inolvidables, solo había que buscar entre los pliegues de la memoria para encontrarlos, y he sido muy feliz escribiéndolos.
Emocionante ver el trabajo realizado por los premiados y no premiados para mantener vivo los recuerdos de la Hortaleza de mi infancia, adolescencia y mi juventud acumulada, que alguien así la llamó. Enhorabuena y gracias.