No pudo haberse elegido mejor día que el de los enamorados para que el centro cultural Carril del Conde acogiera hace 20 años la primera actuación de los Encuentros Culturales Portugalete. Aquel San Valentín del año 2004 cayó en sábado, y fue el inolvidable trombonista neoyorkino Norman Hogue el encargado de inaugurar un ciclo de conciertos que se ha prolongado durante dos decenios. Su principal artífice fue Santi Martínez, por entonces alumno de trombón de Hogue y miembro de la histórica asociación vecinal del barrio de Portugalete, en Canillas, que se acababa de quedar sin su local de la calle Estrecho de Torres, La Casa del Barrio, y languidecía tras perder un espacio que durante décadas fue vibrante cobijo para actividades culturales.
Fue entonces cuando, aprovechando la reciente reconversión del mercado municipal de la calle Carril del Conde en centro cultural, se reclamó el uso del espacio para organizar un concierto de jazz con entrada gratuita. “El centro cultural se acababa de abrir sin programación”, recuerda Santi, “y aunque tuvimos un primer intento en un local privado de la calle Nápoles, solicitamos el centro, los técnicos y la subvención para pagar a los músicos, acogiéndonos a las normas de participación ciudadana”. Desde entonces, los conciertos de jazz se han convertido en tradición cada último viernes del mes en el Carril del Conde. En total, han sido más de 150 actuaciones con entrada gratuita en estos 20 años. Todo por amor al barrio y por amor al jazz.
ASTROS DEL JAZZ
En aquel ya lejano 2004, para escuchar jazz en directo había que acudir a pequeños locales del centro de Madrid. “Fuimos un poco atrevidos en traer el jazz a un barrio fuera de la almendra central de la ciudad”, admite Santi, recordando que es un género con dos particularidades que lo hacen único: “La libertad de fusionarse con todas las músicas del mundo y el tener grandes profesionales que aportan gran calidad en la interpretación”.
Precisamente son los profesionales que han actuado en los Encuentros Culturales Portugalete los que, junto con el público más asiduo, guardan mejor opinión sobre este ciclo de conciertos. Según el organizador, “los músicos se sienten muy agradecidos, siempre tienen ganas de volver y valoran muy positivamente el trabajo que venimos desarrollando”.
En este sentido, resulta sorprendente comprobar la calidad de la inmensa lista de bandas e intérpretes que han actuado en Hortaleza durante estas dos décadas. “Cuando empiezas con una actividad en lo único que piensas es que funcione, no en el recorrido”, asegura Santi. “Pero tenemos muchos grandes recuerdos de actuaciones memorables y de músicos que ya no están con nosotros, como Carlos Carli, Marcelo Peralta, Bob Sands o Norman Hogue…
Los más grandes de la escena madrileña y de la de gran parte del país, incluso músicos venidos desde Nueva York, pasaron por los Encuentros y nos dejaron un gran recuerdo”. Aunque parezca algo exagerado, no hay ninguna espinita clavada ni cuenta pendiente por parte del promotor de los Encuentros respecto a su programación en estos 20 años de historia. “Sabemos que con el presupuesto que manejamos, hemos hecho mucho más de lo esperado por nosotros mismos, gracias a la generosidad de los músicos”, concluye.
NO SÓLO MÚSICA
Uno de los primeros lemas de la pionera asociación de vecinos del barrio de Portugalete (fundada a principios de los años setenta, y disuelta definitivamente en 2007) fue “crear barrio, crear comunidad”. Un propósito que ha seguido vigente durante estas dos décadas de actividades de los Encuentros Culturales Portugalete. Según Santi, gracias a los conciertos “mucha gente tiene la excusa perfecta para volver a encontrarse el último viernes de cada mes”. Incluso durante la pandemia de la covid-19, los organizadores apostaron por seguir ofreciendo música en directo con sus respectivas medidas de seguridad.
"Fuimos un poco atrevidos en traer el jazz a un barrio fuera de la almendra central de la ciudad"
“Para mí era importante que los conciertos se llevaran a cabo”, recuerda el hortalino, que convenció a los responsables de la Junta Municipal del distrito para intentar que hubiese público durante las actuaciones, y estas se retransmitieran en directo por internet. “Preparé una propuesta de distribución de butacas para garantizar la mayor seguridad posible y los primeros conciertos fueron para 65 espectadores”. Sin embargo, no fueron las mascarillas las que marcaron un antes y un después en el ciclo de conciertos, sino la imparable especulación inmobiliaria que ha convertido el antiguo barrio de Portugalete en una zona casi de lujo.
A pesar de ello, el público que acude a los Encuentros sigue siendo prácticamente el mismo que hace 20 años. “Sigue viniendo mucha gente de Hortaleza fundamentalmente, pero también de Vallecas, de Prosperidad, incluso hay quien vive fuera de Madrid y aprovecha para venir a encontrarse con amigos de su juventud”, explica con orgullo Santi Martínez.