La visita a Hortaleza de Manuel Rivas, último Premio Nacional de las Letras Españolas, se produjo el pasado 7 de febrero, arropado por Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y vecino de Hortaleza. Al escritor se le preparó un itinerario por el pueblo de Hortaleza con Juan Jiménez Mancha, director de la biblioteca municipal Huerta de la Salud, como cicerone junto a otros vecinos y vecinas del barrio como Raquel Anula, Marcos Vasconcellos, Juan Gerardo Alonso o Elena Cuesta.
Con la música del grupo de dulzainas y percusión Los Julianes, el paseo comenzó en la plaza Chabuca Granda, donde se ubica el monolito en memoria de los represaliados de Hortaleza tras la Guerra Civil, para escalar después hasta las alturas del mirador del Silo de la Huerta de la Salud. Con parada en la antigua era de trilla que recuerda el origen agrícola de Hortaleza, la comitiva pasó después por las calles de la UVA de Hortaleza, y se acercó a las puertas de Huerta de Mena, la literaria finca de Los Almendros que fue propiedad de Carlos Arniches y punto de encuentro de poetas como Rafael Alberti, ahora amenazada por un plan que tramita el Ayuntamiento para construir oficinas.
Después llegó la cita con los lectores en Danos Tiempo, que abarrotaron la sala principal de este espacio de cultura viva y encuentro vecinal. En la mesa, Rivas siguió acompañado por Emilio Silva y Juan Jiménez Mancha, pero también de Bárbara Porto en representación del club de lectura Las Hortalinas. Emilio Silva proyectó una escena del final de La Lengua de las mariposas, película basada en un cuento del escritor, y una intervención del autor sobre memoria histórica en la localidad madrileña de Rivas. Cuando acabó la presentación, muchas personas buscaron la firma del autor en alguno de los ejemplares que despachó la librería Mar Negro entre los asistentes, que alucinaron con los preciosos dibujos que Manuel Rivas pintó en cada libro.
Fotos de Sandra Blanco.