Cinco décadas de la Cabalgata de Hortaleza

Todo empezó en el barrio más humilde de Hortaleza: la UVA. En enero de 1974, un grupo de personas recorría un puñado de calles acompañados por un carromato, con mujeres que vestían túnicas con telas compradas en la famosa mercería de la calle Pontejos de Madrid. La antigua Cátedra José Antonio sirvió de vestuario. La primera cabalgata de la historia en Hortaleza solo circularía por la UVA y alguna calle del barrio del Carmen.

Las entidades que lograron los primeros permisos para cabalgatas de barrio en Madrid fueron las asociaciones de amas de casa y las asociaciones vecinales. Los vecindarios se habían propuesto no solo mejorar sus duras condiciones de vida, sino también recuperar antiguos festejos y costumbres, como las fiestas populares, los carnavales y la Navidad. En 1975 surgieron otras cabalgatas en Hortaleza organizadas por asociaciones como la de Portugalete, con un burro cedido por una familia gitana, y la de Villa Rosa, con varios camiones y coches engalanados para la ocasión.

Coche engalanado de adornos navideños en el barrio de Villa Rosa a finales de los setenta. ARCHIVO CABALGATA

UNIÓN DE CABALGATAS

En enero de 1976, tras la muerte de Franco, nacieron bastantes de las cabalgatas de los barrios madrileños. En el distrito de Hortaleza se reagruparon en dos: una en las proximidades del antiguo pueblo y otra en torno al barrio canillense de Villa Rosa. Las dos cabalgatas, aparte de destinadas al público infantil, poseían un carácter reivindicativo.

Las asociaciones La Unión de Hortaleza y Amas de Casa de Hortaleza solicitaron los permisos de las dos primeras cabalgatas junto al antiguo pueblo que daba nombre al distrito. Partieron de la sede de La Unión, una casita baja en la calle Uría número 7 del barrio del Carmen. La de 1976 tuvo una afluencia de unas 6.000 personas, y la de 1977 contó con ocho carrozas, cada una con sus reivindicaciones: la que hizo el Carmen denunció la falta de viviendas, la de la UVA las ruinas en su territorio, la de Parque de Santa María la falta de accesos y la de Virgen de la Salud la abundancia de ratas. Las otras cuatro carrozas se destinaron a temas de cultura y enseñanza, con un centro cívico como principal reclamo. Los tres reyes iban a caballo, al igual que Papá Noel.

El periódico Unión de Hortaleza destacó de la cabalgata de 1978 sus cohetes, charanga y coches engalanados, y que marchaban en ella “un príncipe en un burro” y “los esperados Melchor, Gaspar y Baltasar en sus briosos corceles”. Desfilaron cinco carrozas montadas sobre coches Citroën dos caballos. El taller de ebanistería de Felipe Aragoneses, con su hijo Juan Carlos de improvisado diseñador, contribuía a la transformación de automóviles en carrozas.

En Canillas, la asociación vecinal que aglutinó los esfuerzos de la gente fue Villa Rosa, aunque también se unieron vecinos de Portugalete. Su cabalgata discurría a través de la carretera de Canillas, y reivindicaba la renovación de esta vía. Llamaban la atención sus caballos, alquilados en Las Cárcavas.

En 1979 solo salieron seis cabalgatas en barrios de Madrid, y cuatro eran en el distrito de Hortaleza: la de La Unión de Hortaleza; una conjunta de Villa Rosa, Portugalete, Canillas-San Fernando y Amas de Casa de Nueva Esperanza; otra en Barajas, que hasta 1988 pertenecía al distrito de Hortaleza, impulsada por la asociación familiar Alameda de Osuna, y la cuarta organizada por la asociación vecinal de Fuente de la Mora, que transitó por las chabolas y casas bajas de los poblados de Los Ángeles, Nazaret, Los Olivos y Valdebebas.

Baltasar a caballo junto a su paje en una de las primeras cabalgatas por Canillas. ARCHIVO CABALGATA

PARTICIPACIÓN DE LA JUNTA

Las primeras elecciones municipales en España tras la Guerra Civil, en abril de 1979, auparon a la alcaldía de Madrid a Enrique Tierno Galván tras la alianza de PSOE y PCE. Un resultado que deparó un mayor respaldo económico a los barrios y provocó que Juntas de Distrito y asociaciones vecinales se unieran para organizar cabalgatas. La asociación de Villa Rosa coordinó la Cabalgata de Hortaleza, ya en mayúscula, que se estrenó en enero de 1980. El Consejo de Cultura del distrito mediaba con las asociaciones y colectivos en una gestión compartida: la Junta asumía el coste de las carrozas reales, infraestructura, ayudas al resto de carrozas con compras en determinados comercios, una banda de música y una charanga, mientras que el resto de gastos y la organización recaían en las entidades vecinales.

Las carrozas, realizadas por vecinos y vecinas de manera altruista, tenían en la explanada de la calle El Provencio de Villa Rosa su taller final y escenario para curiosos. El día 5 de enero, en los bajos de la sede, tras rematar las carrozas, los participantes se turnaban para compartir una comida popular antes de dar inicio al desfile. La asistencia de público era muy elevada; en ocasiones se habló hasta de 100.000 personas. Los cohetes, con el tiempo prohibidos, precedían la marcha, desde 1981 encabezada por un grupo de majorettes de niñas de Villa Rosa (desde 1994 de la asociación Las Cárcavas-San Antonio). Tras ellas iban niños con tambores y, a veces, con trompetas. Desde las carrozas se arrojaba confeti, matasuegras, serpentinas y caramelos. Para combatir el frío, los participantes bebían café con leche y caldo.

Grupo de ‘majorettes’ en la Cabalgata de Hortaleza de 1985. ARCHIVO CABALGATA

En Hortaleza crecía el orgullo por su cabalgata. Se convirtió en tan necesaria, que el año que no salió, 1983, el vecindario se puso en pie de guerra. “Recuperada la cabalgata de Reyes: volvió la ilusión a Villa Rosa”, tituló su número de enero de 1984 el periódico La Voz de Villa Rosa, que reflexionó sobre su naturaleza: “Es un modo de recuperar la calle y hacerla más humana […] una forma de cultura popular al margen de ideologías”.

El recorrido de la Cabalgata de Hortaleza era el más largo de la Comunidad de Madrid, con cuatro kilómetros: Villa Rosa, carretera de Canillas, López de Hoyos (su hito más lejano), Pinar del Rey, Parque de Santa María, San Lorenzo y, con variaciones, Colombia e incluso la actual Mar de Cristal. Las reivindicaciones más notables estaban relacionadas con el transporte público, como la ampliación del Metro. Pese a que en los años noventa menguaron los presupuestos, la asistencia de público continuó siendo muy alta, con un vecindario fiel, pese a la tentadora oferta de la cabalgata central del Ayuntamiento de Madrid.

Carroza de la asociación Cárcavas-San Antonio en la Cabalgata de 1989. ARCHIVO CABALGATA

DUELO DE CABALGATAS

En octubre de 2007 la concejala presidenta del distrito por el Partido Popular Elena Sánchez Gallar decidió privatizar la Cabalgata, suprimiendo la participación de las asociaciones y colectivos vecinales, porque carecía de la “excelencia” necesaria, argumentó, y requería una organización “profesional”. Además, Sánchez Gallar recortaba el recorrido privando a la UVA, Parque de Santa María y San Lorenzo de la visita de los Reyes Magos. De nada valieron las protestas ni las cerca de 5.000 firmas de vecinos y vecinas. La tarde del 5 de enero de 2008 una comitiva con carrozas mercantilizadas, como la que portaba una gigantesca botella hinchable de Coca-Cola, estrenaba recorrido concluyendo anticipadamente en os aledaños del centro comercial Gran Vía de Hortaleza.

Sin embargo, los ‘hijos’ de la Cabalgata de Hortaleza, «la de toda la vida», no se quedaron de brazos cruzados. Ese mismo 5 de enero de 2008 por la mañana, unas 2.000 personas se unieron para reivindicar en el parque Isabel Clara Eugenia, entre talleres y juegos infantiles, lo que habían disfrutado siempre. El actor y cómico Agustín Jiménez leyó un comunicado vecinal defendiendo la continuidad de la cabalgata vecinal, para a continuación rememorar su recorrido gracias a un hábil permiso de manifestación solicitado a la Delegación del Gobierno. Resultaron decisivos colectivos muy implicados en la antigua cabalgata, como Amejhor, Jóvenes del Parque, Fray Escoba y las asociaciones de Villa Rosa y La Unión de Hortaleza, a los que se sumaron Danos Tiempo o Radio Enlace.

El cómico y actor Agustín Jiménez subido a la camioneta que encabezaba la manifestación contra la privatización de la Cabalgata, en enero de 2008. ARCHIVO CABALGATA

Al frente del desfile, considerado la primera edición de la Cabalgata Participativa de Hortaleza, llamada inicialmente Cabalgata Alternativa, marchaba un camión con Agustín Jiménez y un montón de personas en su caja. Una pancarta exteriorizaba su lema: “Cabalgata por y para tod@s”. Formaron parte de la comitiva batucadas procedentes de distintos puntos de Madrid. Desde entonces el ritmo de batucadas hortalinas como Sambaleza se ha convertido en seña de identidad del desfile.

En 2009, sin apenas presupuesto (frente a los 70.000 euros que costó la cabalgata privatizada de la Junta) y gracias a un nuevo permiso de manifestación concedido por la Delegación de Gobierno, salía el 4 de enero la segunda Cabalgata Participativa de Hortaleza con apenas dos carrozas y la plaza Santos de la Humosa como lugar de partida. Por la mañana se había repetido la fiesta en el parque Isabel Clara Eugenia, y días antes, el 28 de diciembre, tuvo lugar la primera fiesta en la sala Galileo Galilei; ambas convocatorias ya son una tradición para recaudar fondos para el desfile. En 2011, la cabalgata vecinal pudo recuperar la fecha del 5 de enero y aquel día circularon a la vez las dos cabalgatas del distrito, cada una con sus Reyes Magos. La vecinal no pasó del cementerio de Hortaleza y la de la Junta de Distrito discurrió por la zona de Canillas hasta Mar de Cristal.

Carroza de los Reyes Magos en la Cabalgata Participativa de Hortaleza de 2009. ARCHIVO CABALGATA

UNA VICTORIA VECINAL

En 2012 la crisis económica provocó que el Ayuntamiento de Madrid, con Ana Botella de alcaldesa, suprimiese la comitiva de Reyes Magos en 16 de los 21 distritos de la ciudad. Los organizadores de la Cabalgata Participativa de Hortaleza repartieron un escrito explicando sus razones de ser –era una actividad hecha por y para los vecinos y vecinas; mantenía un sentido relacionado con las luchas por lo público en sanidad, educación, servicios sociales…, y sus gastos quedaban en los comercios del distrito– y continuó adelante como un ejemplo de autogestión, consolidándose más tarde como coordinadora y redactando un código ético donde apelaba al fomento de los valores de igualdad y no discriminación, respeto a los derechos humanos y rechazo de marcas comerciales.

En 2014 fue autorizada por el concejal presidente de la Junta Municipal, Ángel Donesteve (PP), y, desde entonces, ha seguido fortaleciéndose la identidad y desarrollo de la Cabalgata de Hortaleza. En 2015, se visibilizó el drama de miles de inmigrantes subsaharianos que intentaban llegar a Europa; en 2016 se batió el récord de dibujos infantiles, más de 200, en el concurso para el cartel. En 2017 la Cabalgata atravesó por primera vez Mar de Cristal para finalizar en la calle Emigrantes. 2019 fue el año de Zidane, un inmigrante de 21 años procedente de Guinea Conakri que hizo de rey Baltasar. En enero de dicho año, la Cabalgata Participativa de Hortaleza fue declarada en el Pleno del distrito “evento de especial interés”. Sin duda, la prueba más difícil llegó en 2021 por la pandemia de covid-19 pero, en sustitución del tradicional desfile, se celebró un espectáculo en el auditorio Pilar García Peña para recibir a Sus Majestades.

La excelente salud de la Cabalgata Participativa de Hortaleza se confirmó en 2022 y 2023. Para la actual edición de 2024, se ha sumado al evento más de una decena de asociaciones, AMPA, parroquias y grupos de diversa índole, siendo al menos 30 los colectivos participantes. Además, coincidiendo con los 50 años de cabalgatas en Hortaleza, el desfile terminará en Villa Rosa, para que uno de los barrios que más hizo por su vida vuelva a disfrutar de su emotivo e histórico paso.

La Cabalgata Participativa a su paso por el barrio de San Lorenzo en 2023. SANDRA BLANCO