“Conakri, con i al final”, puntualiza, y suena a que lo ha repetido antes muchas veces. “Soy de Guinea Conakri. Tenía 9 años cuando salí de allí con un amigo de mi padre”. Habla Zidane, el Rey Baltasar en la Cabalgata Participativa de Hortaleza de 2019.
Tiene 21 años y una mirada tan limpia que resulta difícil creer que sea la de alguien que ha vivido horrores inimaginables. “Mataron a mi padre y a mi hermano. Yo era muy pequeño, pero me dijeron que si no huíamos de allí, también nos matarían”.
Guinea Conakri es el país de donde procede la mayoría de los migrantes que han llegado a Europa en 2018. Corrupción, violencia, inseguridad, un tejido institucional fallido y la instrumentalización de las identidades étnicas por parte de quienes ostentan el poder son las cartas de presentación de este país situado en África occidental.
Guinea Conakri es el país de donde procede la mayoría
de los migrantes que han llegado a Europa en 2018
DE CONAKRI A HORTALEZA
Quizá porque sabe que su historia es la de muchas otras personas, Zidane lo cuenta con la naturalidad de quien no pretende convencer a nadie de nada. La entrevista que ha concedido a este periódico vecinal se ha concertado en la asociación El Olivar, su hogar desde hace algo más de un año, donde, además de un techo, le ofrecen formación y asesoramiento legal.
“Luego viajamos a Costa de Marfil, Burkina Faso, Níger y Argelia”, explica. Fueron países de paso, que no hicieron sino añadir más cicatrices a su alma y a su cuerpo. “En Argelia viví cinco años. Allí asesinaron al amigo de mi padre y a mí me clavaron un cuchillo en la espalda”.
Después de aquello, huyó hacia Marruecos y, en el año 2017, logró saltar la valla de Ceuta. “Me corté las manos en el salto”, explica Zidane y sonríe como si quisiera quitarle importancia, como si aquello fuera la consecuencia directa e ineludible de su huida hacia delante.
En la asociación El Olivar, su hogar desde hace algo más
de un año, además de un techo, le ofrecen formación
y asesoramiento legal
La siguiente parada de su periplo fue la Fundación La Merced Migraciones, en Madrid. Allí recibió ayuda, cobijo y formación en costura; así como orientación para poder llenar sus días lejos de los posibles peligros de las calles.
Así fue como empezó a jugar al fútbol con la asociación Alacrán, que lleva, desde el año 1997, promoviendo en Hortaleza el desarrollo social y personal de niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad a través del deporte.
Al poco tiempo, su caso llegó a oídos de la asociación El Olivar, que decidió prestarle una casa y formación. Gracias a ello, Zidane ha completado cursos de cocina y de español para poder desenvolverse y acceder al mercado laboral.
EL SALTO AL CINE
El azar también le ha deparado una reciente sorpresa: la oportunidad de participar en el rodaje de una película dirigida por David Trueba, la cual se estrenará próximamente bajo el título de A este lado del mundo.
Ha participado en el rodaje de una película dirigida
por David Trueba, que se estrenará próximamente
bajo el título de 'A este lado del mundo'
En el film, se encarga de dar vida a un inmigrante que llega a España escondido en los bajos de un camión. “Fue muy divertido y David Trueba es muy bueno. Nos regaló entradas para un partido Real Madrid-Barcelona y fuimos con él”.
Claro que tampoco es la primera vez que ha interpretado un papel, pues en la última Cabalgata de Reyes del distrito encarnó a Baltasar, convirtiéndose en uno de los Reyes Magos más populares de Hortaleza.
Vencida la timidez inicial, Zidane se ríe al ver las fotos donde aparece disfrazado de Rey Baltasar en la cabalgata hortalina del pasado año.
Zidane fue el Rey Baltasar en la Cabalgata Participativa 2019. SANDRA BLANCO
Al preguntarle si su madre, que vive en Guinea Bissau, ha visto esas fotografías, la mirada de Zidane se tiñe de tristeza. “Sí y ella está bien. En ese país las cosas están mejor que en Guinea Conakri”.
Termina su café y, al despedirse, vuelve a sonreír como los niños y niñas que lo saludaban al paso de su carroza, como quien, recordando el poema de Pessoa, tiene en sí todos los sueños del mundo.
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