En apariencia, todos somos normales. También los asesinos en serie, también los maniacodepresivos, también los banqueros, a simple vista, son normales
En apariencia, todos somos normales. También los asesinos en serie, también los maniacodepresivos, también los banqueros, a simple vista, son normales
El músico hortalino Víctor Lago se atreve a poner letra al himno de España y logra el apoyo de más de 11.000 personas a través de internet para que la instrumental ‘Marcha Real’ pueda cantarse
Aprovechemos el impulso de los reyes para convertir Hortaleza en una cabalgata continua hacia un distrito mejor. La unión, la sonrisa y la lucha son nuestras armas. Seguro que en 2017 las necesitaremos
La Renta Mínima de Inserción ni siquiera es una solución: es un apaño, una migaja, una tirita para un balazo, pero es algo. Pídala, es su derecho (ah, pero ¿existen los derechos?). Aunque sea populismo
¿Cómo puede bastarnos con una línea cuando distintas voces se hacen una común? ¿Cómo puede bastarnos con una línea para abarcar todas las tendencias e ideologías, para ser de todas y de todos?
Nunca está de más darle cierta visibilidad al compromiso de construir un mundo más justo, más igual, a través de un gesto tan pequeño
La Biblioteca de Huerta de la Salud presenta las Jornadas sobre Historia de Hortaleza, con debates, conferencias, visitas guiadas y la puesta en marcha del plan ‘Memora de los Barrios Hortaleza’
¿No hay un sitio mejor en el distrito para construir un gimnasio que lo poco que queda del casco histórico del barrio?
Algo tendrá Hortaleza para que enamore a las cámaras. Sin duda, en el barrio se vive de cine
El periodo estival es eso, ruptura. El ser humano necesita cambiar el paso para no hundirse en las arenas movedizas de la insomne rutina
Lo difícil es pensar, hacerse cargo, que el amor es y ha sido siempre el principio y el final de todo
Decenas de vecinos y vecinas acuden a la conferencia ‘Historia de Canillas: el pueblo olvidado’, donde el experto Ricardo Márquez alumbró el pasado de un barrio que ha borrado casi todas las huellas del pueblo que fue
No cabe nada más después de esas cuatro palabras. Tras un “Ya no te quiero”, no hay discusión ni vuelta atrás posible
Ahora, la ciudadana Esther Gabarre no podrá cuidar de sus hijas porque ha de estar en un CIS para “la reeducación y reinserción social”
Mi mujer, enferma, sufre depresiones por culpa del ruido y ha tenido que irse a dormir al otro extremo de la vivienda, donde el estruendo llega un poco amortiguado siempre que se ponga unos tapones