El centro social La Animosa de Hortaleza resiste y no será desalojado este lunes 26 de mayo como estaba previsto. Así lo ha anunciado el colectivo de jóvenes que gestiona este espacio mediante un comunicado, en el que advierte que la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Restructuración Bancaria (Sareb), también conocida como el “banco malo” y propietaria , seguirá intentando recuperar el inmueble comercial de la calle Mar de Japón okupado desde noviembre de 2021 tras años de abandono y desuso.
«A finales de esta semana nos ha llegado una notificación del juzgado informando de la suspensión del desalojo de La Animosa previsto para la mañana del lunes 26 de mayo. Todavía no tenemos fecha para el próximo desalojo, pero sabemos que ocurrirá, Sareb no lo va a dejar pasar», se puede leer en el comunicado difundido este domingo en las redes sociales. «Queremos dejar bien claro que la defensa de La Animosa no ha terminado», concluye el texto.
SE SUSPENDE EL DESALOJO DE LA ANIMOSA DEL DIA 26 DE MAYO
Ha llegado una notificación del juzgado anunciando la suspensión.
Esto no significa que la lucha haya acabado, seguiremos trabajando en la defensa de La Animosa y os volveremos a convocar para parar el desalojo. pic.twitter.com/d33GpjiCD8
— CSO La Animosa (@CSOLaAnimosa) May 25, 2025
De esta forma, La Animosa ha salvado la segunda fecha del lanzamiento, tras la intentona frustrada del pasado 7 de mayo, cuando el juzgado aplazó el desalojo al lunes 26 de mayo. En los últimos días, los jóvenes de La Animosa se personaron en las oficinas de la Sareb de Madrid para reclamar la paralización del desalojo y la cesión de uso del espacio. «Sareb es una entidad financiada con dinero público para rescatar a los bancos comprando las viviendas y las deudas tras la crisis de 2008. En los años más duros de la crisis, con brutales recortes, tasas de paro y desahucios en máximos históricos. Esta es la entidad que está llevando a cabo el desalojo de La Animosa, y con esta denuncia señalamos también al Gobierno como responsable y principal gestor de Sareb, y también del desalojo y del acoso policial», proclamó una portavoz del colectivo en la entrada de las oficinas.
Hoy hemos ido a las oficinas de SAREB a denunciar el desalojo de la Animosa, a exigir la paralización del desalojo y la cesión de uso del espacio
DEFENDAMOS LO QUE ES NUESTRO
Nos vemos el día 26 a las 6:00h en c/ Mar del Japón 15.
DEFENDAMOS LA ANIMOSA pic.twitter.com/JhBei1C712
— CSO La Animosa (@CSOLaAnimosa) May 21, 2025
Actualmente, el centro social La Animosa ofrece techo a una familia numerosa de cinco personas que se quedó sin hogar por el precio de la vivienda en Madrid, inaccesible para trabajadores con pocos recursos. El colectivo de jóvenes que gestiona La Animosa ha denunciado que en las últimas semanas «el acoso policial ha ido a más» y aseguran que la Policía Nacional «ha perseguido» a los menores de la familia acogida en este espacio okupado del casco antiguo de Hortaleza. «Los siguieron hasta el Metro, esperaron a que se separaran de los adultos responsables, y cuando se encontraban a solas, les obligaron a responder preguntas que no procede que respondan los niños. Además, han ido a sus centros escolares, preguntando a los docentes por los niños», explican desde La Animosa, donde este mes de mayo «se han producido identificaciones diarias en la puerta del centro social».
La Animosa nació en noviembre de 2021 cuando un grupo de jóvenes okupó un inmueble comercial del casco antiguo de Hortaleza propiedad de la Sareb que llevaba años vacío y fue puesto “al servicio del vecindario y sus necesidades reales: sociales, organizativas y culturales” para “dar aún más” al barrio. El nombre del nuevo centro social estaba vinculado al pasado del antiguo pueblo, haciendo referencia a la colectividad agraria Sociedad de Obreros Agricultores de las Tierras de Hortaleza La Animosa.
Los promotores de la okupación justificaron entonces su acción por «la falta de espacios sociales y culturales» en el distrito, «en especial en los últimos años con la hostilidad por parte del Ayuntamiento a cualquier atisbo de organización vecinal», aludiendo al frustrado proyecto de la Casa de las Asociaciones, que el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida desechó a pesar de que el movimiento vecinal lo demanda desde hace décadas. También señalaban «la falta de alternativas habitacionales y de reunión» en Hortaleza por «la acumulación de viviendas y locales en manos de bancos y fondos buitre» impedía «el desarrollo vital de muchos jóvenes y familias, así como la creación de espacios destinados al interés común y no al negocio».
Además de ser escenario habitual de eventos culturales de todo tipo, La Animosa también alberga una biblioteca popular y el gimnasio autogestionado HTZ Fighters. “Por nuestro gimnasio popular han pasado cientos de jóvenes del barrio en variadas actividades, desde clases de boxeo hasta escalada. También hemos organizado torneos de fútbol y baloncesto de manera regular, y en nuestra biblioteca se han impartido cursos de español, de programación, o clases de refuerzo para niños. Del mismo modo hemos realizado rutas históricas por el barrio, exposiciones, charlas políticas y de concienciación, todo desde el barrio para el barrio”, expone el colectivo de La Animosa, que en estos últimos cuatro años también ha organizado recogidas solidarias de juguetes en Navidad, ha participado en la Cabalgata Participativa de Hortaleza y en las Fiestas del distrito. El centro social autogestionado también ha acogido la última edición del festival de música Luis Aragofest (después de que el concejal David Pérez impidiera su celebración en Manoteras) o los conciertos por el aniversario del Club del Disco de Hortaleza.
Me consta que se han hecho múltiples gestiones para ofrecer alternativas… no estoy de acuerdo con demonizar al gobierno progresista. Tampoco creo que la “okupacion” sea la solución, si hay alternativas legales. Y yo que soy mayor y he sufrido la dictadura, les aconsejaría que no colaboren al desprestigio de los que, con carencias y defectos, nos están protegiendo del retorno de los fascismos.