Florencio Elipe nació en 1938, fue amigo de la infancia de Luis Aragonés y también vivió durante un tiempo de jugar al fútbol, aunque en categorías más modestas. En 1963 abrió Casa Florencio, un restaurante en la calle Mar Caspio que ahora regentan sus hijos. Anselmo López es primo de Florencio y nació en 1939. Ha sido un barnizador de trabajo fino, de los que ya no quedan. Además fue presidente del club de fútbol Pinar, de la asociación Pueblo de Hortaleza y ha gestionado durante décadas, de forma altruista, el antiguo cementerio parroquial.
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Florencio y Anselmo son memoria viva del pueblo de Hortaleza, un municipio que cuando nacieron tenía apenas un millar de habitantes y en 1950 acabaría absorbido a Madrid. Los dos han sido testigos de la transformación de aquella Hortaleza rural, rodeada de trigales y arroyos, hasta convertirse el distrito urbanizado que hoy en día acoge a casi 200.000 personas. “Ahora no tenemos más que casas, no entra ni el aire”, bromea Anselmo durante la conversación, grabada en su antiguo colegio. En este episodio también participa Julián Priego, ganador del primer certamen de historia de Hortaleza Juan Carlos Aragoneses con el espléndido texto ‘Recuerdos escondidos‘.
El podcast Vecinos y vecinas con historia es un proyecto de Hortaleza Periódico Vecinal para recoger la memoria oral del movimiento asociativo del distrito con el testimonio de protagonistas de los profundos cambios sociales de las últimas décadas en nuestros barrios. En este capítulo del podcast han participado Ray Sánchez, Rocío Gómez y David Navarro, con la participación de Paco Aragón y de la Junta Municipal de Hortaleza.
Anselmo y Florencio en el jardín de la asociación, que fue uno de los colegios del antiguo pueblo de Hortaleza. DAVID NAVARRO
Las personas que aparecen en los artículos, me resultan familiares, los he oído siempre en mi casa, a mi madre Domínga Alonso a mi tía Carmen Tarin Elipe, a mi tío, ya fallecido, Santiago Alonso de Castro, hijos de Florentino y de Candelas. Siempre recuerdo con todo mi cariño a Santiago Obispo, esposo de mi tía materna Victoriana, éste era la persona más buena que ha existido y existirá. Les animo a que sigan con esta labor. Los que tenemos ya una edad, nos trae recuerdos maravillosos. Por favor publiquen cosas de mi pueblo, Hortaleza, que con el paso de los años se quiere y añora más. Un saludo y todo mi agradecimiento.