La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, visitó a principios del mes de septiembre el colegio público Luis Cernuda, acompañada por el delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y el concejal presidente del distrito, Alberto Serrano, para comprobar el resultado de las obras de mejora realizadas en sus instalaciones, así como las actuaciones de renaturalización de una parcela anexa como parte de la estrategia Madrid Isla de Color. Para ambos proyectos, el Ayuntamiento ha destinado 500.000 euros.
La parcela ocupa una superficie de 1.251 metros cuadrados entre las calles Canet de Mar y Carril del Conde y, tras su acondicionamiento, dispone de dos zonas estanciales unidas por una rampa que recorre un talud vegetal, una de ellas con unas gradas a modo de ágora, y un huerto con un punto de compostaje en el que el alumnado del Luis Cernuda pueda realizar actividades.
El AMPA del Luis Cernuda pide la ampliación de aceras y pasos de cebra elevados para mejorar la movilidad, como se aprobó en el Pleno de junio de 2021
Según el Ayuntamiento, “el objetivo es que sea un espacio de encuentro, además de mejorar la conexión peatonal”, sin embargo, el AMPA del Luis Cernuda, que lleva años reivindicando entornos seguros, caminos accesibles y zonas pacificadas en la Revuelta Escolar, pide la ampliación de aceras, un estudio funcional de movilidad y pasos de cebra elevados para pacificar la velocidad en esos accesos, como se aprobó en el Pleno de junio de 2021.
Finalmente, la nueva zona verde del barrio se ha abierto, pero sin que se hayan realizado esas mejoras en la movilidad. “Nos han dicho que se realizarán en febrero”, comentan desde el AMPA del centro, y que, además de lo ya indicado, “van a reducir la calzada a un carril”.
Por otra parte, este nuevo espacio, según adelantó la vicealcaldesa, llevaría “un nombre que homenajeará a los maestros”. Aunque se habían propuesto nombres como Concha Albornoz, en el Pleno del pasado 21 de septiembre, se aprobó denominarlo Jardín de los Maestros, a pesar de las quejas de la comunidad educativa del centro, que alega, que no es un nombre inclusivo.
Hemos podido comprobar como los alumnos del Centro Luis Cernuda no solo no han participado del huerto, tal y como estaba previsto e indicado en las escasas informaciones, si no que las actividades a las que se destina no son las acordadas entre dicho colegio y el Ayuntamiento o Junta de Distrito.
En cambio, vemos como los fines de semana, sobre todo los domingos, varios grupos de personas (desconocemos si tienen relación con el colegio) vienen al huerto, instalan carpas y mesas, ponen música, utilizan megafonía para entre otras cosas jugar a bingo, y se dedican a beber (esperamos que no alcohol) mientras que los niños que vienen con ellos y que quedan sin supervisión arramblan con todo el resto del jardín.
Mientras tanto, vemos como se desaprovecha el espacio que nos ha sido vedado a los vecinos para el entretenimiento de unos pocos, así como negando el descanso al que tenemos derecho los fines de semana, porque entre la música, la megafonía y el griterío constante que la mayoría de las veces comienza al mediodía y se prolonga hasta bien avanzada la tarde/noche, no hay manera de descansar y desconectar.