Fiesta de la Galileo, el tren para la Cabalgata de Hortaleza

Llego a las 20:45 a la Galileo. Lleno total, pero, de chiripa, encontramos dos sillas en una esquina que incordiarán a los camareros. Allí abro el portátil y descubro que en el escenario brilla paciente el amarillo de Sambaleza. Las baquetas dialogan sin espacio entre sí seguras de que romperán el frío navideño y nos trasladarán, como aperitivo, hasta Bahía o Río de Janeiro. ¿Aguantarán estas paredes su potencia cuando entren en calor?

Quiero palpar el ambiente y concentrarme en esta crónica para la gente hortalina que no ha podido llegar al 100 de la calle de Galileo, un templo de la música y antiguo cine que, por un día, se convierte en la esencia de toda Hortaleza.

Son muchas las caras conocidas: gentes de La Unión, de San Lorenzo, de Villa Rosa, de Canillas, de Manoteras, de Sanchinarro… Gentes de todos los barrios del distrito y de todas las edades se buscan y abrazan. Esta fiesta es más que una fiesta; es el prolegómeno indispensable para que el 5 de enero luzcan la carrozas con la dignidad y magia que solo el pueblo sabe dar.

Me tropiezo con medio Kulture Market. Chelu se ha sentado muy cerca del escenario y se asusta al enterarse de que la primera actuación, la de Sambaleza, tiene previstos unos 20 minutos de vibraciones. Ya estuvieron en el Claruja, el parque de Isabel Clara Eugenia, el pasado 16 de diciembre en una mañana gloriosa de infancia donde también las ventas de tazas y los mil ingenios y juegos de AMPAs y otras asociaciones servirán para engalanar las carrozas.

21:00 SAMBALEZA

Puntual, el director de Sambaleza, Iván, aparece desde un lateral con gorro de Papá Noel y trenzas blancas. Hoy no podrán realizar su coreografía. No caben. Comienza el diálogo de la percusión y los bombos hacen temblar los gloriosos muros de la Galileo.

Las luces se hacen más tenues, el suelo del escenario se convierte en tambor y hasta el pecho de Iván y el cielo de la sala son percutidos. ¿Cómo estás? ¿Cómo estás?, insisten los tambores. Vamos, vamos, se agitan las manos del director. Subidas y bajadas . El silbato se impone marcial a las baquetas. La gente baila en sus asientos, no hay espacio para más. Se empiezan a mezclar las palmas, un torrente bahiano rebota en el pecho.

Como el mago del fuego, Iván dirige el crepitar los tambores  haciendo que se levanten las voces del público para fusionarse con los instrumentos. Volvemos a las calles. Basta con cerrar los ojos. El ardor de la marcha carioca nos lleva a la playa y la Galileo se convierte en una avenida inmensa.

Sigue llegando gente. Besos, saludos… Nadie interrumpe. El ritmo es imparable. Algunos rostros del escenario empiezan a brillar perlas de alegría. Es un ejercicio contundente.

Germán Peña saluda y dice que la “cabalgata es nuestra madre”. Sigue explicando la labor de Sambaleza, su quince cumpleaños, sus ensayos en el Pinar frente al mercadillo de la Carretera de la Estación y, como una bomba desconcertante, el anuncio de que el Ayuntamiento no les han renovado el permiso para ensayar… Es un jarro de agua fría pero la temperatura es alta y Germán se despide diciendo que “Sambaleza es calle, es barrio”.

Los gritos de apoyo se acallan con el nuevo tronar. Las baquetas no dan tregua: ¡Oé!, oé, oé…! Y el público levanta los abrazos y cierra puños. Iván acalla la batucada para cantar. No me da tiempo a copiar la letra, pero me quedo con dos frases: voy caminando por el Parque de Santamaría, son los tambores que… alegran los corazones del barrio de Hortaleza.

Sambaleza. SANDRA BLANCO

21:30 AGUSTÍN JIMÉNEZ Y JAIME FIGUEROA

Sale Sambaleza y dos entrañables reyes magos, pero mandones, aparecen en escena. «Recoged todas vuestras partituras», les dicen a los últimos integrantes de la batucada. Han llegado los maestros de ceremonia, son los dos conductores de la gala: Agustín Jiménez y Jaime Figueroa.

Agustín Jiménez es el gran mecenas de la cultura popular de Hortaleza. Fue cofundador de referentes hortalinos como Radio Enlace y Tapa, Tapita, Tapón. La historia reciente de la Cabalgata Participativa de Hortaleza también está asociada desde los inicios de las galas de la Galileo a ese actor, monologuista, cómico, guionista, director de teatro, ilustrador, presentador y genio de la escena, que siempre está dispuesto a apoyar iniciativas culturales.

Agustín siempre se ha involucrado en esta fiesta, cuyo fin es poder financiar la Cabalgata del barrio, a compañeros y compañeras de las artes escénicas. Siempre ha sido de forma altruista. Este año viene acompañado por Jaime Figueroa, todo un icono del humor.

Jaime es un cómico, mago y ventrílocuo a quien los críticos definen como rara avis. A lo largo de las sucesivas presentaciones de la noche da muestras de ello. De momento, ya todos sospechan de la voz de Baltasar que procede de bastidores.

Los dos guías de la gala se presentan al más puro estilo circense y encandilan al público. Interactúan y juegan con las risas entregadas cuando Agustín hace un test generacional o cuando Jaime irónico hace que salga a escena una voz ilocalizable antes de un truco de magia que sirve para anunciar que celebramos el 50 aniversario de la Cabalgata.

Los pocos minutos de su primera aparición ante el público también son solidarios porque a lo largo de la gala saldrán con los calendarios de la cabalgata de 2024. Desde hace años, este periódico venía publicando los calendarios anuales; sin embargo, para 2024, la iniciativa se une a la organización de la cabalgata para sumar en la recaudación que hará que las carrozas luzcan flamantes.

Agustín y Jaime con un ejemplar de los calendarios. SANDRA BLANCO

21:45 JUAN K

Agustín y Jaime dan la entrada a Juan K y nos quedamos intrigados. ¿Un monologuista que trabaja como carnicero? Pues así se presenta él. Son sus señas de identidad figurada para el arranque y entra a tope con la familia. Hay que empatizar.

Viste camiseta con cinco franjas y trae temas con cinco estrellas para un público popular. Juan K repasa la vida diaria y nos descubre los niños luciérnagas. Su monólogo es de alto riesgo cuando entra con los apodos de los pueblos y de desternillarse con el vademécum que describe tantos males y dolencias: dar un yuyu, un perrenque, un patatús, un aire…

Juan K interactúa con el público y las hipérboles le llevan hasta Rumanía. Sus movimientos, gestos y tonos son perfectos, pero le dan un toque desde bastidores y tiene que despedirse con un «Muchas gracias, Hortaleza» en medio de un aplauso festivo.

Juan K. SANDRA BLANCO

22:00 JAIME FIGUEROA Y AGUSTÍN JIMÉNEZ

En sus cinco minutos de transición, Jaime Figueroa conoce a Conchi entre el público. Es consultora y se convierte en ese referente que los cómicos suelen elegir entre las primeras filas porque los focos convierten en telón negro a todo el público.

Le toca presentar a Ron, Lima y Canela, pero antes Jaime ha de vérselas con un personaje que le maltrata, golpea y asedia sin piedad; pero el presentador guarda el tipo y ese gorro de lana y el abrigo vuelven a ser prendas de vestir.

Jaime Figueroa es «agredido» durante su número. SANDRA BLANCO

22:05 RON, LIMA Y CANELA

No se trata de la receta del cóctel Old Grog que hace trescientos años inventó un almirante inglés, sino de un joven grupo «de jóvenes apasionados por la música». El grupo lo forman Álvaro Mérida (Merlliviolin, violín), David Trujillo (Dtrujillomusic, guitarra y voz), Sandra Vázquez (voz), pero hay un cuarto músico al cajón, Marcos. Mi informante es la entusiasta vecina de mesa que, a resultas, es la madre de la vocalista.

Comenzaron en 2021 y tienen dos temas en Spotify, Ron, lima y canela y Mejor así. Con ellos comienzan el concierto primero con sabor a rumba. Una parte del público ya conoce los temas y la otra parte acompaña con las palmas. Después se impone el violín y el sabor es céltico.

Se escuchan letras como «me siento afortunado…”. El amor se destila desde cada letra: «Báñame a besos» y se produce un baño de afecto, “Hay que comerse la boca cuando no sabes qué decir…”. La rumba catalana se adueña y, con sabor a Estopa, el público canta “como Camarón…».

En la oscuridad, hay quien ya no puede mantenerse sentado y se levanta para bailar. Delante de mí, una de sus fans quiere llevarse el momento en el móvil. La música se hace más pegadiza y las palmas hacen que el público se apodere más aún de la fiesta. Como despedida, la vocalista exclama «¡Viva la Cabalgata de Hortaleza!».

Ron, lima y canela rumbeando en la Galileo por la cabalgata de Hortaleza. SANDRA BLANCO

22:25 AGUSTÍN JIMÉNEZ Y JAIME FIGUEROA

Cada transición es un espectáculo. Alguna con más magia que otras, como está en la que Agustín piensa en su madre lorquiana y Jaime hace gala de su humor como mago que no da pie con bola destripando dispositivos y provocando carcajadas. Con ello dan paso a dos peleones entrañables, Janodel y Sigma.

22:30 JANODEL Y SIGMA

Desde niños rapean, pero ninguno de los dos está acostumbrado a este público y así lo reconoce con cierto nerviosismo Sigma al entrar en escena. Janodel se presenta como «Jaime para los colegas» y en una de las improvisaciones, Sigma dice «me llamo Antonio, hijo del demonio».

Tienen claro lo que va a hacer: primero free style, después improvisaciones con palabras que misteriosamente el público ha comenzado a anotar en dos hojas. La última fase implica la necesidad de dos personas del público capaces entrar en una pelea de gallos.

Las letras fluyen rápidas en un diálogo suave que progresivamente se va encendiendo. Como todos los raperos, cada cual presume de ser el mejor, de ser el jefe, y se escuchan rimas como Hortaleza y realeza. Hay fondo social en estos chicos y afecto mutuo.

Pero llega el reto de los papeles. Cada uno lee el del otro.  Sin base, Sigma ha de enfrentarse a introducir palabras como nariz, escalofrío, matanza, dolor y piña. Es complicado, sin duda, pero el público suelta una carcajada cuando oye «vive la piña debajo del mar».

Tampoco habrá base para Janodel que tiene que vérselas con términos como cabestrante, hospital, galleta, tatuaje, justicia, rinoceronte, virus y egoísmo. Se gana al público tras los malabares rimados que finalizan diciendo «gracias a nosotros, la gente de Hortaleza tiene una cabalgata». Una explosión de aplausos sella esta parte.

Solo falta que dos voluntarios suban al proscenio. Aquí comienza a subir el tono. Cada rapero hace una caricatura de su voluntario. A los dos les adjudican un chalet, a uno ser banquero, al otro del Renacimiento. Los voluntarios reivindican que son de Hortaleza.

Comienza la batalla de gallos: suena la base. “Voy subiendo peldaños… Se rapea en Hortaleza, también en Prosperidad». Es una pelea de gallos donde todo cabe, pero se miran con afecto, son colegas. Empiezan los tacos, empieza la agresión verbal, sube el tono, pero se parten de risa… ¡Son geniales!

En su despedida, Janodel explica por qué han venido y su voluntad de «aportar un granito de arena».  Sigma bromea con el púbico “en la cabalgata yo no voy a ser Baltasar”. Más risas, pero una voz le dice “tú te lo pierdes”.

Pelea de gallos por la cabalgata entre Janodel y Sigma. SANDRA BLANCO

22:45 AGUSTÍN JIMÉNEZ Y JAIME FIGUEROA

Antes de que la gran Coria Castillo aparezca, Agustín y Jaime van a mostrar las increíbles capacidades de nuestro mago y humorista, que también es «mentalista» porque lleva «varios años de mentalismo con sabor a menta». Jaime se tapa los ojos con un pañuelo negro, pero es muy corto y la magia entra en escena. El juego es divertido y Agustín se baja con el público para poner a prueba la capacidad de Jaime.

La escena es todo un éxito, pero antes de dar paso a la siguiente actuación, los actores nos recuerdan los calendarios de la cabalgata, que ya están a la entrada de la Galileo.

Agustín Jiménez y Jaime Figueroa. SANDRA BLANCO

22:50 CORIA CASTILLO

Sabemos que Coria Castillo lleva desde los 13 años subida en los escenarios. Con esa soltura llega avisando que vamos mal de tiempo. Entiendo que hoy viste de Navidad, pero explica que compraba la ropa en una página web china que ha cerrado.

Entonces nos sorprende con una canción: «Somos el Puente Vallecas, no nos metemos con nadie…». También se mete con Chelu porque se ve «gente guapa y elegante», aunque alguno «ha salido de casa tarde».

Tiene razón en que «la vida no te avisa y su argumentario provoca que el público se desternille siguiendo el hilo de anestesistas, vecinos y demás.

Le dan un toque tras las cortina. Apura los segundo y el público se entrega. Sale con aclamación. Agustín le hace la reverencia y Jaime le manda besos. ¡Es genial!

Coria Castillo. SANDRA BLANCO

23:05 AGUSTÍN JIMÉNEZ Y JAIME FIGUEROA

Ha llegado el momento de decir adiós; «también decir que tenemos un calendario» -insiste Agustín-, el de los 50 años de la Cabalgata. Los cómicos los tienen claro, «solo se puede terminar bailando». Es el momento de dar paso al grupo Burlancaster con su torrente de temas y versiones de todos los tiempos para bailar.

23:10 BURLANCASTER

Burlancaster entra con toda la energía del pop y del rock y un buen ramillete de temas para que nadie se quede sin bailar. Su energía es contagiosa y las luces muestran que casi todos quieren seguir en la sala. Es media hora de actuación que también se combina con con saludos y abrazos de muchos que, aún estando cerca, no se habían descubierto.

El grupo Burlancaster. SANDRA BLANCO

23:40 y pico DESPEDIDA

Ahora sí que no podemos seguir, pero falta un reconocimiento a quienes están haciendo posible la cabalgata de 2024. Con todos los músicos y artistas que han intervenido, suben al escenario los responsables de la comisión de la Galileo, un trío de trabajo que ha formado la comisión de la Galileo. Otras comisiones se han encargado de la fiesta del Clara Eugenia o de los generadores que hay que conseguir.

Para esta gala de hoy, la comisión la forman Miguel Ángel Rodríguez, Patricia León y Susana Caño. Miguel propuso un brindis por la Cabalgata Participativa de Hortaleza y Patricia y Susana leyeron el nombre de las entidades que integran esa gran coordinadora de todo el distrito que viene trabajando  desde antes del inicio del curso escolar con la mirada puesta en el 5 de enero de 2024.