Un centenar de vecinas y vecinos han inmortalizado la historia de nuestro barrio en un enorme mural en la calle Silvano. La obra, diseñada y ejecutada por el artista Dan Ferrer, forma parte del proyecto municipal ‘Compartiendo Muros‘, en el que la participación ciudadana y el arte se fusionan para devolver el color a nuestras calles.
Durante el mes de septiembre, los apagados murales de nuestra ciudad se han empapado de colores y de vibrante ilusión colectiva por transformar las calles en espacios más amables y habitables. ¿Las responsables de esta renovación? Las propias vecinas y vecinos de los distritos que, durante las jornadas del proyecto ‘Compartiendo Muros’, han transformado la realidad cotidiana de sus distritos, trabajando conjuntamente con artistas locales.
El artista hortalino Dan Ferrer, durante la confección del mural / Foto Javier Portillo
Esta iniciativa, promovida por el Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, ha consistido en una serie de intervenciones artísticas en las que la iniciativa ciudadana se ha incorporado en la transformación del paisaje urbano. Martín Carril, coordinador del proyecto, explica que uno de los objetivos fundamentales ha sido el de “generar y fortalecer una identidad en los barrios, y el sentimiento de pertenencia y comunidad en los distritos”.
En este sentido, la participación colectiva es la base sobre la que se ha asentado todo el desarrollo del programa. Tres comisarios artísticos –Boamistura, Urvanity-Art y Take Art Way– han escogido los murales y las artistas de cada barrio que los intervendrían. A su vez, las muralistas se han reunido con el vecindario para intercambiar historias y anécdotas en las que basar dos diseños a elegir, y que absorbieran y reflejaran la memoria histórica de la comunidad.
Foto David Navarro
ARTE CON PARTICIPACIÓN
Por su parte, las dinamizadoras han sido quienes han impulsado la participación vecinal, tarea que, en nuestro barrio, ha corrido a cargo de la asociación cultural The Hug, bajo la coordinación de Rafael Agudo. Durante el tercer fin de semana de septiembre, este colectivo consiguió reunir de decenas de personas para plasmar en el muro de la Agrupación Deportiva Esperanza el diseño de Dan Ferrer más votado por el vecindario en una consulta celebrada en verano. Este artista hortalino explica que su intención “era hacer un regalo” a su barrio. “Pero, en realidad, el regalado he sido yo”, admite.
“He pasado unos momentos súper especiales con gente de todas las edades”, relata con una incontenible sonrisa, “y con muchos otros que han sido historia del barrio, que me han contado cosas que yo no conocía y que han estado aquí compartiendo su tiempo conmigo”.
De hecho, cuenta que uno de los momentos más emotivos fue cuando las hijas del desaparecido pintor y escultor Arcadio Blasco, que vivió en Hortaleza, se acercaron a participar en esta obra que, además, homenajea en una de sus escenas a los históricos muros de Portugalete.
Conseguido el objetivo de que cada distrito cuente con su mural participativo, ha llegado el momento de dar por finalizado el proyecto. “Probablemente Compartiendo Muros acabe aquí, ha cumplido su función”, cuenta Martín, “es el fin de este proyecto, pero es el germen de muchos otros”. Habla de ese futuro con esperanza, porque la mayor lección que han extraído de estos dos años de experiencia es que “intervenir un mural no arregla los problemas de los barrios, pero todo lo que sea mejorar a través del color alegra la vida de los ciudadanos”.
El mural, en primer plano, con las torres del barrio de Esperanza al fondo / Foto David Navarro
