Los primeros recuerdos de Rachid Bahri, los de la infancia en Asilah (Marruecos), están llenos de felicidad y libertad, que lo llevaron a tener un contacto muy cercano con el mundo artístico. “La música fue la raíz de todo, por parte de mi familia, sobre todo por parte de mi madre, que tocaba la percusión. A través de un colega conocí a un tío que tocaba la guitarra española. Esto era en la época de los Gipsy Kings. Estaba flipado de cómo tocaba el tío y eso es lo que yo quería aprender”. Así fue como comenzó a tocar sus primeros acordes con canciones de Leonard Cohen, Pink Floyd o Guns N’ Roses y, a través de un amigo, compró su primera guitarra en Italia, “porque en Asilah solo hay tiendas de instrumentos tradicionales”.
Entonces, hace ya 24 años, Rachid Bahri emprendió un viaje desde el mar, desde su Asilah natal, que lo llevó hasta Hortaleza. “A través de la pintura, una persona importante en mi pueblo me ayudó con un visado para venir a Europa. Participé con ellos representando a Marruecos en una feria de arte en Francia, y fue a raíz de eso cuando pude venir a España”. Al principio, no hablaba muy bien castellano y encontrar trabajo fue difícil: “Trabajé de todo, de camarero, de albañil, como autónomo…”. Finalmente decidió ponerse a estudiar y ahora trabaja con refugiados como mediador social con Cruz Roja. “Es un aspecto laboral que me llena más porque estás más cerca de las experiencias de las personas”, afirma.
Rachid confiesa que, al principio, no hacía mucha vida en Hortaleza, pero a raíz de tener familia, con los niños, todo cambió. “Los primeros contactos fueron a través del colegio de los niños, los padres del colegio que están por los parques del barrio, y enseguida me di cuenta de que es un barrio estupendo”. El contacto desde el punto de vista asociativo fue en el Espacio Danos Tiempo y ahora forma parte del Club del Disco de la asociación vecinal La Expansión de San Lorenzo, al que ha donado una de sus obras plásticas, que luce en las paredes de su sede en la calle Repelón.
Sus primeros encuentros musicales en Hortaleza fueron gracias a David Rodríguez de La Estrella de David. “Un día en su casa, cogí una guitarra y empecé a cantar una canción y, después, me dijo que la grabáramos y así fue la movida”. A esa primera canción, ‘Ya Sahbi’, la siguió otro tema, ‘Carrefour’, y ahora está grabando otra con Lucas Bolaño, de Estrella Fugaz. Sigue componiendo canciones, intimistas, solitarias, que poco a poco van brillando con la producción de amigos y su distribución en plataformas, así acaba de publicar su primer larga duración en Spotify, que se titula كتابالأغاني (Cancionero, en árabe), compuesto por diez canciones.
El pasado 2 de diciembre, Rachid hizo su debut en el Café La Palma, después de haber actuado entre amigos en la fiesta aniversario del Club del Disco y en el Espacio Danos Tiempo. Desde la tranquilidad que transmite, sus proyectos no paran y asegura que le gustaría hacer una presentación del álbum en acústico en el Club del Disco “para dar un homenaje a los asistentes”.
