Hubo un tiempo en el que las guitarras eléctricas llegaron a sonar con relativa frecuencia muy cerca de la pista del Palacio de Hielo; concretamente, en su acristalada cafetería-bar El Palco. Pero no fue hasta septiembre de este año, y tras el cambio de la empresa gestora, cuando Marta Pellón llamó al hortalino Arturo Fernández del grupo Básico para que se obrara la magia. “Yo tenía la idea en la cabeza, pero no sabía muy bien por dónde tirar”, reconoce la actual responsable del establecimiento, también vecina de Hortaleza.

Ambos se conocieron en un evento solidario de lucha contra el cáncer celebrado en el local y, aunque el año pasado programaron conciertos “de una manera más desorganizada”, la llegada de Arturo ha sido definitiva para que haya actuaciones de forma regular. Según lamenta el músico, “en Hortaleza ya quedan muy pocos sitios para poder tocar en directo y las bandas no saben dónde ir cuando este siempre ha sido un barrio muy rockero, así que la idea nace un poco orientada para los músicos de aquí y de cualquier estilo”.

ENTRADAS ASEQUIBLES

Desde el cristal de El Palco, podemos ver en acción a los más de seiscientos alumnos y alumnas que tiene actualmente la escuela de patinaje, así como los entrenamientos y las competiciones de hockey hielo, de patinaje artístico o de curling. Por eso, cuando hay música en directo o karaoke con banda, El Palco se convierte en una sala de conciertos con unas vistas únicas (al menos dentro de nuestras fronteras). “Que yo sepa, no hay otro sitio como este en toda España”, asegura Marta.

“Se nos ocurrió hacer una taquilla superbarata, gestionada y destinada al cien por cien por y para el grupo” Arturo Fernández

“Queremos dar una oportunidad a los grupos nuevos, pero lo más importante es que la gente se lo pase bien… Hay un ambiente muy divertido y la respuesta está siendo muy buena. Estoy sorprendida porque pensé que iríamos más despacio”. Una de las claves de este éxito es una fórmula de venta de entradas con precios reducidos. “Se nos ocurrió hacer una taquilla superbarata, gestionada y destinada al cien por cien por y para el grupo”, explica Arturo. “Eso, más el diez por ciento de todo lo que se hace de barra durante el concierto desde el comienzo hasta el final, por lo que, si vienen treinta, cuarenta, sesenta o cien personas, la banda se lleva lo que suele cobrar de caché”.

PLANES DE FUTURO EN EL PALCO DEL PALACIO DE HIELO

Con el calor del verano y ya sin hielo en la pista, al otro lado de la cristalera de El Palco se pueden contemplar las actividades que realizan los niños y niñas de un campamento urbano de reciente creación. El Palacio de Hielo sigue siendo un espacio con muchas posibilidades y de ahí que vuele la imaginación de los actuales programadores de música en directo dentro de este. “Se nos ocurren cosas todo el rato”, reconoce Marta. “A mediados de mayo quitamos el hielo, tenemos 1.800 metros cuadrados de superficie, el techo abierto y un montón de grada, así que, a largo plazo, a mí me encantaría hacer en verano un concierto de varios grupos tipo festival”.

El Palacio de Hielo sigue siendo un espacio con muchas posibilidades

Por otro lado, y según Arturo, en un futuro también querrían empezar a traer a alguna banda “de renombre y más potente” cada dos o tres meses, teniendo en cuenta que el aforo del local es de 240 personas. Eso sí, para la responsable del local, la clave es otra: “Tenemos un compromiso con el barrio de Hortaleza. Ahora la gente en general está muy contenta porque ha habido un cambio muy grande en la gestión deportiva de la pista y también en la extradeportiva”.

El Palco del Palacio de Hielo

Público asistente a la sesión de karaoke con banda en directo de noviembre en la cafetería El Palco del Palacio de Hielo. SANDRA BLANCO

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