El vecindario de la UVA de Hortaleza se ha acostumbrado a toparse con rodajes en la puerta de casa. La singular y precaria arquitectura de sus calles dibujan un escenario idóneo para producciones cinematográficas y televisivas que buscan localizaciones con aroma a arrabal. En ocasiones, el barrio ha sido algo más que un escenario, como en Carmen y Lola, que fue una de las sorpresas de los premios Goya en 2019.

La UVA se ha habituado tanto a los focos y a las cámaras que apenas hubo revuelo a finales de noviembre del año pasado cuando una legión de operarios invadió el centro de educación de personas adultas Dulce Chacón. Y la presencia de dos actores oscarizados como Penélope Cruz y Javier Bardem pasó casi desapercibida. Tanto que la actriz madrileña no puso reparo a fotografiarse con las contadas personas que se lo pidieron, como Rafael, el napolitano dueño del bar situado frente a la antigua Cátedra. “Fue muy amable”, asegura.

Penélope Cruz volvía a la UVA 25 años después de grabar allí la película Brujas, y lo hacía para rodar algunas de las escenas de En los márgenes, el debut como director del también actor Juan Diego Botto, una película “sobre cómo afectan las crisis económicas a las relaciones personales, fundamentalmente el problema de la vivienda”. Bardem solo acompañaba a su pareja, porque no figura en un reparto que también protagoniza su amigo Luis Tosar.

En la película, que tras pasar por los festivales de Venecia y San Sebastián se estrena el 7 de octubre, la actriz encarna a una madre angustiada por un desahucio inminente que encuentra apoyo en organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Una de sus asambleas se recreó en el salón de actos del CEPA Dulce Chacón con la participación de “afectados y afectadas reales que se han prestado a hacer de sí mismos” ante las cámaras, como subraya el director en una entrevista a este periódico.

Para Juan Diego Botto, la UVA de Hortaleza "es un ejemplo muy significativo del problema de la vivienda"

La elección del CEPA Dulce Chacón como localización respondió a criterios casi estéticos, admite Juan Diego Botto, aunque al visitar la UVA de Hortaleza descubrió lo simbólico del emplazamiento para una historia sobre la lucha de la vivienda digna. “Es verdad que es un ejemplo muy significativo de un problema que se ha mantenido a lo largo de los años en la Comunidad de Madrid, y que se sigue manteniendo. La vivienda pública es el paradigma de mala gestión, porque hay mucha gente solicitando vivienda pública y muy poca vivienda pública que se reparte”, explica Botto aludiendo a la eterna espera de la UVA, un barrio provisional levantado en 1963 en el que, casi 60 años después, todavía hay familias esperando un realojo que nunca llega.

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