El colectivo de antiguos ‘menas’ que había promovido este sábado una convocatoria para apoyar a los menores del Centro de Primera Acogida de Hortaleza ha decidido desconvocarla porque considera que la concentración ponía en “riesgo” a algunos de los jóvenes, que podían sentirse “desprotegidos” durante la protesta.
“Son muchas las presiones que hemos sufrido desde que anunciamos la convocatoria. Apenas dimos tres nombres nuestros y ya tuvimos que contestar a muchas llamadas. Nos enteramos de que estamos siendo investigados”, explica la Asociación Exmenas Madrid en un comunicado en el que también señalan “constantes amenazas” procedentes de “grupos violentos”.
“Tenemos unas ideas claras respecto al cambio que solicitamos frente al sistema de protección al menos y vamos a seguir trabajando en ellas. Pedimos que nos escuchen para mejorar una situación y que nadie más quede perjudicado”, exponen en el escrito, donde también el “apoyo” y las “iniciativas para que nos sentamos seguros en la concentración que nos han prestado vecinos de Hortaleza”.
Tras el acrónimo ‘mena’, que reduce a cuatro siglas a los decenas de miles de menores extranjeros no acompañados que llegan a España, se esconden todo tipo de historias. Tantas como vidas que, si algo comparten, son historias de de supervivencia. El término acumula, sin embargo, todo tipo de acepciones despectivas que cargan sin distinción todos los jóvenes que abandonaron su país en solitario sin haber cumplido la mayoría de edad.
“Se dice que somos delincuentes, siempre un discurso de que somos malos. Entonces es normal que haya ciertos hechos y prácticas contra nosotros. Cada vez que sale algo al respecto nos sentimos inseguros, porque el término siempre ha estado acompañado con la delincuencia y la agresividad”, explica en una entrevista a Radio Enlace Ismail El Majdoubi, marroquí de 20 años que trabajó de mediador de Cruz Roja en el Centro de Primera Acogida de Menores de Hortaleza, el único equipamiento de toda la Comunidad de Madrid para acoger a menores en situaciones de emergencia, convertido en un “polvorín” por su prolongada saturación y falta de recursos como han denunciado reiteradamente sus trabajadores.
Ismail es uno de los jóvenes que han promovido la Asociación Exmenas Madrid que había convocado la concentración en la plaza de Santos de la Humosa para apoyar a los menores que residen en el centro, donde durante meses tuvo a los jóvenes hacinados y durmiendo en el suelo de pasillos. Una convocatoria que cuenta con el apoyo de organizaciones como El Olivar, que lleva 30 años trabajando con jóvenes sin hogar en nuestro barrio, o el Sindicato del Barrio de Hortaleza.
"Venimos a buscarnos la vida, a aprender y a trabajar. Lo que pasa en los centros es que te quedas ahí sin hacer nada. Tienes techo y comida, pero no venimos para eso, venimos para más cosas"
“Venimos a buscarnos la vida, a aprender y a trabajar, pero cuando llegamos nuestra vida se para”, relata Ismail en la emisora comunitaria de Hortaleza. “Lo que pasa en los centros es que te quedas ahí sin hacer nada. Tienes techo y comida, pero no venimos para eso, venimos para más cosas, para aprender y trabajar”, añade este joven que fue uno de los menas que acoge el centro de Hortaleza.
Ismail asume que la criminalización de los menas tiene predicamento y acaba intoxicando el debate sobre la atención y tutela de los menores que llegan solos a España. Pero la concentración pretendía rebelarse contra los episodios más graves que ha fomentado ese discurso de odio, como los ataques producidos en Cataluña, y “las constantes noticias para generar miedo y la campaña de odio y violencia”, según se lee en la convocatoria.
El Centro de Primera Acogida de Hortaleza también ha registrado acciones racistas y xenófobas, con la aparición de pintadas y carteles de colectivos ultraderechistas. Acciones que reciben el aplauso de parte del vecindario en las redes sociales, donde se propagan las historias de atracos y agresiones que se atribuyen a los jóvenes que pasan por el centro.
El pasado 10 de mayo, el entonces candidato de Vox a la alcaldía de Madrid y concejal en el Ayuntamiento, Javier Ortega Smith, convocó a los medios de comunicación en una de las puertas del centro para exigir controles a la inmigración y criminalizar a los menores que acoge el centro. Sin embargo, se topó con una treintena de vecinos y vecinas que le recibieron al grito de “Fuera fascistas de nuestros barrios”, apresurando al político a abandonar las inmediaciones del centro.
El pasado verano, más de 300 vecinos y vecinas organizaron una manifestación bajo el lema ‘No queremos echaros, queremos ayudaros‘ que culminó frente al centro del parque Isabel Clara Eugenia y en la que reclamaron a la Comunidad de Madrid que asumiera su responsabilidad en la tutela de los menores.
Me alegro bastante.
esa manifestación de la que hablais es aquella en la que los vecinos fueron apedreados por esos menas?
El barrio da miedo. Cada poco la lían, ya me han dado una patada al coche. No se puede tener miedo por lo tuyos, hay q hacer algo ya o algún día pasará algo grave.
A sus países de origuen, Hortaleza no quiere
mantener ni vagos ni ladrones, que se los lleven a Galapagar a I.M y a P. I.
Su comentario esparera que te definas.
No contestamos, porque será.
Dicen estos niños que vienen a algo más que no hacer nada? No, si no están sin hacer nada. Roban, agreden, extorsionan a las personas mayores. Tienen el barrio atemorizado, sobre todo a las personas mayores. A una señora casi la cortan el cuello por quitarle la cadena.
QUE SE LOS LLEVEN A VIVIR CON MANUELA CARMENA, QUE TANTO SE ALEGRO DE SU LLEGADA, O QUE LES HAGAN UNA CASA EN EL PATIO DE LA MONCLOA PARA QUE CONVIVAN CON SÁNCHEZ Y SU SANGUIJUELA. EN HORTALEZA NOOOO LOS QUEREMOS
Es una gran crueldad tener a niños apartados de sus padres. Y más cuando es sabido por todos que tienen padres y hablan con ellos por teléfono y les envían dinero a Marruecos de diversos modos. Esa es la gran crueldad de este sistema de acogida, que es perverso por naturaleza.
Totalmente, Elías Ortega, el sistema incentiva a menores de edad a ser emigrantes, menores con padres sin cuya tutela, muchos se pierden. Pocos tienen la madurez suficiente para afrontar esta situación que es muy difícil ya para los adultos, no digamos para los menores.