Los residentes de Valdebebas, el último desarrollo urbanístico de nuestro distrito, se han tenido que acostumbrar a esperar. Las primeras mudanzas se postergaron durante años por los problemas jurídicos del nuevo barrio, y cuando al fin llegaron las primeras familias a finales de 2013 se encontraron calles sin comercios ni dotaciones.
Lejos de resignarse, el vecindario de Valdebebas se apresuró en constituir una asociación para acelerar la llegada de servicios públicos como las líneas de autobús o el tren de Cercanías. Sin embargo, la construcción de equipamientos esenciales como el primer colegio público del barrio se ha hecho de rogar.
PRIMER ‘COLE’ PÚBLICO
Dos años más tarde lo previsto, Valdebebas estrenó curso escolar el pasado mes de septiembre. El colegio Alfredo Di Stéfano, situado en la Félix Candela y en el que la Comunidad de Madrid ha invertido 1,8 millones de euros, ha abierto con ocho aulas de Infantil y 180 niños y niñas matriculados.
Pero lo que era una asignatura pendiente ha llegado sin todos los deberes hechos. La recién creada asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) de Valdebebas alertó durante todo el pasado verano que el centro abriría sus puertas con carencias de seguridad vial alrededor del colegio que ponían en peligro a los escolares.
De momento, el AMPA Valdebebas ha logrado que el Ayuntamiento instale señales verticales de advertencia para los conductores. También que agentes de la Policía Municipal vigilen a diario sus accesos. Pero la asociación sigue reclamando el vallado de la acera y la instalación de elementos que reduzcan la velocidad de los vehículos a su paso del colegio, donde se han registrado coches circulando incluso a 100 kilómetros por hora.
No es la única preocupación de los padres y madres, conscientes de que el colegio ha comenzado su actividad con el mínimo de aulas. En agosto, el consejero de Educación, Juventud y Deporte, Rafael van Grieken, se comprometió a ampliar las instalaciones del colegio para que el próximo curso pueda albergar también alumnado de Primaria. Pero los plazos de ejecución presupuestaria de la Comunidad de Madrid para 2018 se presentan muy ajustados, y en Valdebebas temen que el año que una vuelta al cole con las obras por terminar.
ESCUELA INFANTIL EN 2018
Para el próximo curso, Valdebebas también contará con una escuela infantil municipal. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado su próxima construcción en la parcela ubicada en la intersección de las calles Secundino Zuazo y Manuel Gutiérrez Mellado, muy cerca del colegio, y contará con 12 aulas para ‘peques’ de cero a tres años. Y no será la única que se construya durante los próximos meses en el distrito, porque el Consistorio también ha anunciado recientemente la construcción en 2018 de otra escuela infantil en el barrio de Sanchinarro.
Tachados en la lista de dotaciones pendientes el colegio y la escuela infantil, el vecindario de Valdebebas espera ahora la construcción de un centro de salud. Una reivindicación que hacen suya también en el barrio de Las Cárcavas, y que evitaría el kilométrico desplazamiento hacia el centro de salud más próximo, el situado en la calle Mar Báltico, en el casco histórico de Hortaleza.
APOYO UNÁNIME
En septiembre, el Pleno de Hortaleza aprobó por unanimidad una proposición presentada por Ahora Madrid que solicita a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid la puesta en marcha en un centro de atención primaria que ofrezca cobertura sanitaria a Valdebebas y Las Cárcavas.
En el debate, la portavoz del Partido Popular, Inmaculada Sanz, acusó a la Junta de Hortaleza de no haber respondido en cinco meses a la Comunidad de Madrid en su solicitud de las parcelas disponibles para la construcción del centro, aunque recibió una respuesta contundente de la concejala del distrito, Yolanda Rodríguez.
“Eso es mentira”, dijo la edil de Ahora Madrid, asegurando que la Junta aportó en mayo la información que reclamaba el Gobierno de Cristina Cifuentes, que tendrá que decidir en las próximas semanas si incluye el centro de salud en los próximos presupuestos de la Comunidad de Madrid. Si no lo hiciera así, la construcción se postergaría, por lo menos, hasta 2020.