Si todo hubiera ido bien, la avenida Celio Villalba de Hortaleza se habría llenado este domingo de chulapas, parpusas y claveles en las solapas. A mediodía, con los tambores de una batucada, comenzaría la fiesta: actividades para peques como aperitivo a un cocido popular, y por la tarde, chotis y conciertos gratuitos hasta el anochecer. La asociación vecinal La Expansión de San Lorenzo lo tenía todo preparado para celebrar San Isidro en el barrio. Pero la Junta Municipal de Hortaleza lo ha impedido: la asociación pidió los permisos hace más de un mes, un plazo insuficiente para el Ayuntamiento.
Según denuncia la asociación vecinal en un comunicado, el pasado 13 de abril presentó por registro la solicitud de autorización de la fiesta de San Isidro. Esto es, con el plazo habitual en este tipo de actividades. Sin embargo, la Junta Municipal de Hortaleza ha justificado la denegación del permiso porque este año se ha incrementado hasta “un mínimo de 40 días” la “antelación mínima” para solicitar permiso a cualquier actividad vecinal en la calle, expone la asociación.
“Todo lo que ofrece el Ayuntamiento a nuestro barrio por San Isidro son un par de zarzuelas en un centro cultural", denuncia la asociación
“Tanto nuestra asociación como otros colectivos del distrito hemos celebrado actos en la vía pública que fueron autorizados tras solicitar autorización con un mes de antelación. Este cambio de criterio dificulta a las asociaciones del barrio la organización de cualquier actividad al aire libre, que sigue siendo lo aconsejable tras la pandemia”, argumentan desde La Expansión de San Lorenzo, que con la celebración vecinal de San Isidro pretendía paliar “la ausencia de actividades promovidas por el Ayuntamiento en un distrito de casi 200.000 habitantes” en el día del patrón de la ciudad.
“Hortaleza tiene casi 200.000 habitantes, tantos como la ciudad de Alcalá de Henares, pero todo lo que ofrece el Ayuntamiento a nuestro barrio son un par de zarzuelas en un centro cultural. El grueso de la programación municipal por San Isidro nos pilla lejos, literalmente a casi una hora de metro”, lamentan desde la asociación, que esta semana propuso al Ayuntamiento una alternativa para poder celebrar San Isidro: trasladar todas las actividades a los alrededores de su local en la calle Repelón, una zona verde y peatonal. No sirvió, porque el Ayuntamiento también rechazó la propuesta al estar fuera de plazo. “Ante esta situación no podemos celebrar ni siquiera las actividades infantiles programadas al aire libre, porque nos exponemos a recibir una sanción económica”, añaden desde la asociación, que volvió a abrir sus puertas el pasado mes de marzo tras más de un año de reformas de su local, acometidas con trabajo altruista y financiadas con aportaciones vecinales.