«¿Qué tal va todo, Puri? ¿Bien?». «Dime qué te pongo, bonita». Hacía ya dos meses y medio que no se escuchaban estas y otras tantas frases características de los martes y los domingos por la mañana en los dos mercadillos del distrito, el de Canillas y el de Hortaleza, respectivamente.

Desde el pasado 12 de marzo, dos días antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma, el Ayuntamiento anunció la cancelación temporal tanto de El Rastro como de los 26 mercadillos que se instalan en las calles de los distritos de la capital para evitar contagios.

APERTURA A CONTRA RELOJ

Con la entrada de Madrid en la fase 1, el lunes 25 de mayo, el concejal de Hortaleza, Alberto Serrano, firmó el decreto de autorización que permitiría ese mismo martes el regreso del mercadillo de Canillas, siendo el primero en abrir de la ciudad tras el confinamiento.

"No entendemos por qué, vendiendo productos esenciales, los mercadillos han sido marginados" Alberto Serrano, concejal presidente de Hortaleza

«Hemos estado todo el fin de semana trabajando para poder poner redefinirlos y que se pusieran en marcha los dos mercadillos de Hortaleza cuanto antes, ya que no entendemos por qué, vendiendo productos esenciales, han sido marginados mientras se mantenían abiertos los mercados», afirmaba el concejal presidente del distrito el pasado 26 de mayo, cuando participó en la instalación y reapertura del mercadillo de Canillas, junto a Alberto Chamorro (portavoz de la Asociación Provincial de Comerciantes Ambulantes y Ferias de Madrid).

También quisieron acudir a la cita Silvia Saavedra (concejala y delegada del Área de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana), Miguel Ángel Redondo (concejal y delegado del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Empleo) y Matilde García Duarte (coordinadora general de la Alcaldía).

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De izquierda a derecha, Carmen Toscano (coordinadora de la Junta Municipal), Pablo Mera (asesor del concejal), Silvia Saavedra (delegada del Área de Coordinación Territorial), Alberto Serrano (concejal presidente de Hortaleza), Matilde García Duarte (coordinadora general de la Alcaldía) y Alberto Chamorro (portavoz de la APCAFM) en el mercadillo de Canillas. ÁNGEL SÁNCHEZ

De esta manera, han podido abrir ambos mercadillos la semana pasada, con un 25% de la oferta (limitada a los productos de alimentación) y un aforo reducido, que se controla a la salida y a la entrada del recinto, pues se han instalado vallas para marcar un recorrido único para los asistentes. En concreto, 25 puestos y un aforo de 100 personas en el mercadillo de Canillas y 26 puestos y un aforo de 150 personas en el de mercadillo de Hortaleza.

Se han abierto con 25 puestos y un aforo de 100 personas el mercadillo de Canillas y con 26 puestos y un aforo de 150 personas el de Hortaleza

Además, se ha instaurado la obligación del uso de mascarillas y de guantes y del mantenimiento de la distancia de seguridad y se han colocado cintas policiales, e incluso barreras de papel film, para evitar que los clientes se acerquen al puesto y toquen el género.

Medidas que han surtido efecto y, aunque todavía había muchos vecinos que no se habían enterado de su vuelta, el mercadillo de Canillas recibió 1.800 asistentes y el de Hortaleza, 3.500 los días de su reapertura.

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Cintas policiales y barreras para evitar que se toque el género en el mercadillo de Hortaleza. ÁNGEL SÁNCHEZ

«Quiero agradecer su apoyo al concejal Alberto Serrano y la colaboración de Sanidad y Vías Públicas de la Junta y de la Policía Municipal del distrito por hacer que podamos abrir ya», nos decía Alberto Chamorro, que, además de llevar 30 años como portavoz de los comerciantes ambulantes de Madrid, es vecino de Hortaleza y lleva 40 años regentando un puesto en ambos mercadillos.

"Esperamos poder aumentar el número de puestos y poder abrir al 100% en dos o tres semanas"
Alberto Chamorro, portavoz de APCAFM

«Esperamos poder aumentar el número de puestos y poder abrir al 100% en dos o tres semanas», anunciaba Chamorro, ya que están trabajando codo con codo con la Junta Municipal para poder ampliar la superficie de los recintos y cumplir con las distancias de seguridad, «ocupando parte de las aceras y zonas aledañas o incluso cortando algún tramo de calle».

EL PRIMER SECTOR COMERCIAL QUE SE CERRÓ

De un día para otro, los comerciantes que suelen instalar sus puestos en estos emplazamientos se vieron obligados a echar el cierre y para muchos supuso una gran pérdida. «De pronto, nos vimos sin poder dar salida a una gran parte del género de nuestra frutería y tuvimos que tirarlo», nos cuenta Mari, que, junto con su marido, es propietaria de Frutas y Verduras Fernando y Mari y participan en los mercadillos de Canillas, Plaza Elíptica, San Fernando, Torrejón de Ardoz y Pinto.

Además, tuvieron que hacer un ERTE a sus cuatro trabajadores al reducirse la facturación. Sin embargo, «en mayo, empezamos a realizar reparto a domicilio y pudimos rescatarlos», comenta Mari, servicio que han decidido ampliar también a sus clientes del mercadillo para incentivar la compra.

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Carteles que recuerdan las medidas de seguridad instauradas en los mercadillos para evitar contagios. ÁNGEL SÁNCHEZ

Aunque los puestos que se han instalado por ahora son aquellos dedicados a la venta de alimentos, algunos comerciantes de otros sectores han estado visitando los recintos para ver cómo se desarrollan las mañanas en el mercadillo y qué medidas tendrán que tomar para volver a abrir sus tenderetes.

«No dejan tocar el género y eso va a ser un problema para los que nos dedicamos a la venta de ropa», lamenta Bea Alarcón, que no sabe si los clientes van a querer adquirir sus productos si no pueden probarse las prendas.

 

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