Fue en febrero de 2004 cuando Santi Martínez y algunos peleones del distrito comenzaron la aventura de los Encuentros Culturales Portugalete. Debió de ser en el año 2005 cuando yo, el loco del programa sobre jazz en Radio Enlace, se unió con Santi, el loco de las actuaciones de jazz en el centro cultural Carril del Conde.

De todo este tiempo, me vienen a la mente historias para no dormir, o para emocionarse, o para reír y llorar al mismo tiempo. Al principio no todos los músicos querían venir hasta el distrito de Hortaleza. Los Encuentros Culturales Portugalete todavía no eran conocidos en la escena madrileña del mundo del jazz. Tampoco pagábamos bien en una escena boyante, quizá con cierto inflacionismo (recuerdo los dispendios que se hacían en algunos pueblos de la sierra de la Comunidad de Madrid). Además, el público de barrio todavía no estaba familiarizado con el jazz y no siempre se llenaba la mitad del aforo. Afortunadamente, ahora no tenemos ese problema porque llenamos el auditorio casi siempre.

MARCELO PERALTA

El público empezó a venir más, siempre fiel. Al principio no solo me asustaban los que venían, sino los que podían marcharse, aunque se me pasó cuando tuvimos free jazz por primera vez. Llegaron Guillermo Bazzola, Andrés Litwin y nuestro querido Marcelo Peralta. Desde el comienzo dejaron bien claro sus intenciones en ese concierto. GNU Trío era un proyecto de lo que se hubiera llamado clarísimamente avant-garde.

Yo debería haberme puesto a disfrutar de la que es la faceta del jazz que más me gusta. Sin embargo, empecé a preocuparme por el público: no habíamos traído hasta ese momento algo tan arriesgado. Pero nadie se movió, y unos niños en primera fila disfrutaron de las maravillas de Andrés Litwin. Seguramente, los chavales no sabían lo cerca que estaban de las diabluras de Elvin Jones en su etapa coltraniana (por John Coltrane).

Marcelo, saxofonista argentino afincado en Hortaleza, ha sido uno de los mejores músicos que han pasado por los Encuentros

Cuando el grupo terminó, saludé a Marcelo y a Guillermo, mientras Andrés seguía recogiendo la batería. Les comenté lo que me había emocionado el concierto, y que esa emoción era compartida por mucha gente. Guillermo me dijo una frase que nunca olvidaré: “Muchas veces desde dentro del jazz subestimamos al público”.

Este fue el primero de muchos conciertos de Marcelo Peralta en los Encuentros. Marcelo, saxofonista argentino afincado en Madrid, en nuestro barrio de Hortaleza, ha sido uno de los mejores músicos que han pasado por los Encuentros. Siempre recordaremos que fue uno de los primeros que nos enseñó que la covid-19 iba en serio.

FALTA UNO

Otro de los conciertos que disfruté especialmente fue el de Caramelo. No porque saliera todo a las mil maravillas, sino porque salió bien por la improvisación. Se proyectaba un concierto a trío, pero todo llegó tarde.

Se proyectaba un concierto a trío, pero todo llegó tarde

Tres cuartos de hora después de la hora del concierto, el contrabajista no aparecía. Caramelo decidió empezar a dúo, y fue tal el ímpetu y las ganas de agradar que salió un conciertazo. Ya en el penúltimo tema, Caramelo pidió opinión al público sobre si debía entrar el contrabajista, que acababa de llegar. Naturalmente, el público accedió.

HAY CONCIERTO, HAY MAGIA

Uno de los mejores conciertos fue el que nos proporcionaron Jerry González y el Pájaro Juárez. En principio, se había programado a Antonio Serrano a dúo, pero, dos días antes, Antonio tuvo un problema de salud. Su mánager, otro loco que sigue apostando por el jazz, Thomas Schindowski, nos propuso una alternativa, un dúo de trompeta-guitarra con Jerry González como protagonista.

Pude asistir a la prueba de sonido y Jerry parecía algo apagado, cansado. Para colmo, su acompañante, el guitarrista Pájaro Juárez, arrastraba una lesión de cadera. Pero, desde la primera nota, con Jerry sentado y su trompeta apuntando hacia abajo, se produjo uno de esos momentos mágicos que nos da el jazz. Lirismo puro, digno de un maestro quizá cansado de transitar por la vida, pero con la energía juvenil de alguien capaz de evocar al mismísimo Miles Davis. Aquel viernes hubo magia emocionante y musical en el Carril del Conde.

Me dejo muchos momentos especiales en los Encuentros, pero tendremos otros 20 años, seguro, para ir contándolos.

Jazz Hortaleza

El guitarrista Pájaro Juárez y el saxofonista Jerry González, durante su actuación en los Encuentros Culturales Portugalete.

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