La Constitución española recoge el derecho a la protección de la salud en su artículo 43, si bien no se configura como un derecho fundamental, sí que goza de las garantías y protección establecida en su artículo 53. De esta manera, su desarrollo deberá estar realizado por ley, garantizándose el respeto a su contenido esencial y vinculando a todos los poderes públicos. Por tanto, es competencia de dichos poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través tanto de medidas preventivas como de las prestaciones y los servicios que sean necesarios.

La Ley General de Sanidad hace referencia al derecho a la protección de la salud en su título preliminar, estableciendo que la ley tiene por objeto la regulación general de todas las acciones que permitan hacer efectivo el derecho a la protección de la salud reconocido en el artículo 43 y concordantes de la Constitución. Siendo titulares del derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional.

El Servicio de Urgencias del centro de salud Mar Báltico lleva cerrado más de un año y sin visos de apertura

Lo que dice la Constitución está muy claro, pero la práctica no lo es del todo. Tenemos el ejemplo de que, en el distrito de Hortaleza, el Servicio de Urgencias del centro de salud Mar Báltico lleva cerrado más de un año y sin visos de apertura, lo que provoca que la población deba acudir al hospital por cuestiones nimias, lo que a su vez supone, por un lado, incrementar el número de pacientes en las Urgencias hospitalarias –que deben aguantar esperas de varias horas para ser atendidos, ya que prevalecen las urgencias vitales para su tratamiento– y, por otro, el colapso de dichas Urgencias.

Esta situación no tiene mucho sentido y desde luego los poderes públicos no están protegiendo ni al personal sanitario ni a la población. En el caso de nuestro distrito, las vecinas y vecinos estamos totalmente olvidados.

En peor situación se encuentran en el barrio de Valdebebas, donde todavía siguen esperando a que dé comienzo la construcción de un centro de salud, que se postergó en beneficio de la creación in extremis del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal debido a la pandemia de la COVID-19 y que ahora está infrautilizado. Tampoco parece que vayan a tener pronto el instituto público que demandan en el barrio, pero eso es otro tema que daría para otro editorial.

En el barrio de Las Cárcavas no están mejor. Este tampoco tiene centro de salud, y la dotación proyectada para Valdebebas le quedaría a la misma distancia que el centro de salud Mar Báltico, por lo que solicitan que se construya una pequeña instalación con las prestaciones mínimas, es decir, un médico, una enfermera, un pediatra y un fisioterapeuta.

Tanto Las Cárcavas como Valdebebas necesitan la construcción de un centro de salud que satisfaga las necesidades de su vecindario

Según lo dispuesto en la ley, en la delimitación de las zonas básicas de salud deberán tenerse en cuenta: las distancias máximas de las agrupaciones de población más alejadas de los servicios y el tiempo normal en su recorrido usando los medios ordinarios, el grado de concentración o dispersión de la población, las características epidemiológicas de la zona y sus instalaciones y recursos sanitarios. Leyendo lo anterior, claramente tanto el barrio de Las Cárcavas como el de Valdebebas necesitan la construcción de un centro de salud que satisfaga las necesidades de la población que en ellos reside.

También se indica que serán las comunidades autónomas las que se harán cargo, siendo garantes de nuestra sanidad. Por ello, debería exigirse a la presidenta de la Comunidad de Madrid que el sistema sanitario funcione correctamente, ya que tenemos derecho a que se nos atienda como es debido y a que escuche las solicitudes que desde el distrito se realizan, puesto que no se pide nada fuera de lugar. No hay por qué colapsar las Urgencias hospitalarias, ni realizar excursiones cada vez que haya que acudir al médico, no se pide nada extraordinario, lo extraordinario es la situación que se vive en el distrito y que esperamos se solucione con prontitud.

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