En Hortaleza hay melómanos que echarán de menos salir a la terraza de casa y poder escuchar con nitidez un concierto de Metallica, o tararear en la cama canciones de Muse mecidos por el eco del apabullante directo de la banda británica. Cosas así no pasan todos los días. Otros, en cambio, estaban deseando que los organizadores del Mad Cool se fueran con la música a otra parte para que las madrugadas de julio vuelvan a ser silenciosas en el barrio. Porque el multitudinario festival de música se despidió del recinto de Ifema de Valdebebas (que ha acogido sus tres últimas ediciones) tal y como llegó, con una constelación deslumbrante de artistas internacionales que hicieron muchísimo ruido desvelando al vecindario. Y esta vez, como en una traca final, durante cinco jornadas consecutivas.
Del 6 al 10 de julio, más de 300.000 personas asistieron, según la organización, a la reaparición tras dos años de ausencia del gran festival de Madrid, un inmenso negocio regado con millones de dinero público y precios fuera del alcance de nóminas precarias. Asistieron porque su cartel sigue siendo insuperable: 149 conciertos en total con pesos pesados de la música popular. The Killers, Imagine Dragons, Pixies o los mencionados Metallica y Muse eran las estrellas de un amplísimo y heterogéneo cartel que también incluía a Jack White, Nathy Peluso, Twenty One Pilots, Kings Of Lion o Florence + The Machine. Reclamos para diferentes generaciones que acuden a “vivir la experiencia” en un recinto hipermercantilizado del que se sale con el bolsillo esquilmado: los atracos de Uber (empresa patrocinadora del festival y privilegiada frente al taxi en sus accesos) a los incautos asistentes que escogieron sus vehículos para volver a casa fueron antológicos.
EPÍLOGO EN SEPTIEMBRE
La próxima peregrinación al Mad Cool llevará hasta la otra punta de Madrid: el festival se desplaza al distrito de Villaverde, al sur de la ciudad, tras mantener en los últimos años un pulso con el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida. Los concejales carmenistas escindidos de Más Madrid que forman el Grupo Mixto lograron dar un empujón al festival incluyendo en su acuerdo de presupuestos con el Partido Popular y Ciudadanos una subvención de dos millones de euros por parte del Consistorio.
Uno de esos concejales, Luis Cueto, fue el responsable del traslado del Mad Cool a Valdebebas en 2018, cuando era coordinador general de alcaldía durante el mandato de Manuela Carmena. El próximo 10 de septiembre, el festival tendrá un epílogo antes de marcharse definitivamente de Valdebebas con el Mad Cool Sunset: una nueva jornada de conciertos que traerá, entre otros, a los estadounidenses Rage Against The Machine. Última oportunidad para escuchar un directo mítico desde la terraza de casa.
ACTUALIZACIÓN: El 11 de agosto, el festival Mad Cool anunció la cancelación, por causas médicas, de la actuación de Rage Against The Machine prevista para septiembre.
Este festival huele a pelotazo de políticos y es un despropósito para el vecindario, por mucho que dé música gratuita. No son solo los decibelios, son coches en las aceras, calles cortadas y basuras por todos los lados.
El blanqueo que se le hace a este festival es tremendo en algunos medios. Gracias por sacar un artículo algo más ecuánime.
¿Música gratuita? Este festival es de pago y se paga bastante por asistir.