La primera línea de autobús “ultrarrápido” de Madrid ha puesto patas arriba el barrio de Sanchinarro. El Bus Rapid que une Valdebebas con el Hospital Ramón y Cajal empezó a circular el pasado 30 de mayo por los desarrollos del norte del distrito a través de carriles disgregados y con prioridad en todos los semáforos. Un “novedoso proyecto”, destaca el Ayuntamiento, que ha salido muy caro: casi 13 millones de euros en obras que se han llevado por delante árboles o parterres, y que han levantado calles asfaltadas hace apenas seis meses, denuncia la asociación vecinal de Sanchinarro. A pesar del dispendio, el acabado ha sido decepcionante: como desveló El Periódico de España, los operarios tuvieron que rehacer isletas recién terminadas porque impedían el giro de los autobuses.

“No ha habido proyecto de obra ni información pública”, denuncia Paco Baeza, de la asociación vecinal de Sanchinarro, que ya ha convocado tres protestas y recogido casi 2.000 firmas contra el “despilfarro” de un proyecto que supone “una merma en la seguridad vial” de un barrio que ha registrado más de 500 siniestros en los últimos cuatro años. Porque el Bus Rapid ha reducido amplias avenidas a “cuellos de botella” con solo un carril de circulación, y los semáforos instalados en las glorietas para dar prioridad al autobús “no responden a ninguna lógica”. El deterioro de la movilidad y la seguridad vial en Sanchinarro es evidente: han empeorado los atascos en los accesos al barrio en hora punta, y la asociación reporta un accidente múltiple por la desconcertante nueva señalización en los cruces.

“Si nos hubieran consultado previamente no habría este caos”, afirma Socorro Sáez, presidenta de la asociación que llevaba 15 años reclamando una línea que conectara el barrio con el hospital. “Pero no de esta manera”, apostilla. El pasado 24 de mayo aprovecharon un acto electoral del alcalde José Luis Martínez-Almeida en Sanchinarro para pedirle una reunión en la que replantear el proyecto. “Se comprometió a recibirnos después de las elecciones, pero ahora nos dice que tiene la agenda repleta”, lamentaba Socorro este pasado martes rodeada de vecinos y vecinas en la calle Ana de Austria mientras pasaba uno de los modernos autobuses eléctricos de la flamante línea con un solitario pasajero en su interior. “Es que además van vacíos”, exclama la presidenta de la asociación.

Almeida Carabante Bus Rapid scaled

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado de Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, durante la presentación de los nuevos autobuses el pasado febrero.

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