KILÓMETRO 0: Quinientas personas en pantalón corto o largo, camiseta deportiva, mascarilla e incluso algún gorro de Papá Noel esperan en tres hileras separadas metro y medio al lado del parque forestal de Valdebebas. No hay pistoletazo de salida ni para los cinco ni para los diez kilómetros. Cada cinco segundos sale una fila y cada corredor se quita la mascarilla para depositarla en un contenedor e iniciar su carrera.
KILÓMETRO 1: Mientras vamos encarando la primera cuesta antes de entrar en el parque, recuerdo que Eventsthinker ha navegado las restricciones de la pandemia y, al igual que con la Carrera Vuela contra la violencia de género, ha conseguido evitar la cancelación o la conversión de los eventos deportivos a modalidades puramente virtuales. En nuestro distrito, se han mantenido las actividades deportivas para contribuir a una pequeña vuelta a la normalidad. En esta ocasión, el concejal presidente, Alberto Serrano, mostró su apoyo a esta iniciativa solidaria participando en la carrera de diez kilómetros.
KILÓMETRO 2: Tras el confinamiento y a la vuelta del verano, José Manuel Martín, a los mandos de Eventsthinker, volvió a poner en marcha su proyecto de carreras solidarias en nuestro distrito con la colaboración de la Junta Municipal. Desde el mes de septiembre, han recaudado más de 6.000 euros en donaciones para diferentes causas. En esta ocasión, ascendieron a 4.168 euros, el 50% del total de los dorsales, que se dedicarán a las asociaciones Alacrán 1997 y a La Torre de Hortaleza para su trabajo con niñas y niños del barrio a través del deporte.
KILÓMETRO 3: Volvemos a salir del parque y vamos marcando su perímetro como un reloj. Ha sido una suerte poder participar en este año de tantas cancelaciones y eventos restringidos. Los 500 dorsales de la carrera presencial se agotaron más dos semanas antes y muchos corredores seguían poniéndose en contacto con Eventsthinker la semana previa para poder participar.
KILÓMETRO 4: Ahora que podemos acelerar cuesta abajo, recordamos que la carrera se ha tenido que trasladar desde la zona cercana al casco histórico de Hortaleza a un área más amplia donde, tanto en la salida como en los adelantamientos en carrera y en la llegada, se pudiesen garantizar todas las medidas.
KILÓMETRO 5: El arroyo de Valdebebas queda ya a la izquierda. A mitad de carrera, nos asalta el recuerdo de muchas personas que no han podido completar este año. Hoy las campanas de fin de año tañerán más apagadas en muchos hogares.
La mitad de la recaudación de la carrera se donará a las asociación deportivas del barrio Alacrán 1997 y La Torre de Hortaleza
KILÓMETRO 6: Como periodista empotrado en una carrera, no puedo dejar de pensar en si Murakami se refería a esto en su De qué hablo cuando hablo de correr. En las zancadas de un corredor hay algo hipnótico, repetitivo y casi etéreo que ilumina la mente. La concentración en la cadencia de cada paso… Hace un año, en la anterior San Silvestre de Hortaleza, nadie nos podría haber convencido de que el nuevo año traería un encierro de varios meses sin correr o corriendo por los pasillos.
KILÓMETRO 7: Al pasar cerca del nuevo Hospital Enfermera Isabel Zendal, me doy cuenta de que no llevo mascarilla. Ya son demasiados meses en los que ha sido una segunda piel alrededor de la cara. Hoy corremos para despedir el año a cara descubierta, pero no olvidamos a quien no puede correr ni a quien trabaja envuelto en un EPI (equipo de protección individual).
KILÓMETRO 8: Queda poco, pero es el momento de no bajar la guardia y mantener el paso firme. El asfalto de Valdebebas se empina como una ola pandémica y perdemos el ritmo correcto de la respiración. Hay que seguir, hasta el último metro.
KILÓMETRO 9: Una subida más, una última curva y casi veremos la meta. José Manuel me contaba que, desde que acabó el confinamiento, estaba decidido a que había que volver a organizar carreras. La primera no tuvo gran éxito porque se seguían cancelando muchos eventos, pero los corredores se han ido apuntando en masa gracias a la profesional organización de Eventsthinker y al apoyo de la Junta de Distrito de Hortaleza.
META: Alguien me decía que este había sido un año para salir corriendo y yo le respondí que lo era, pero también que el próximo va a ser uno en el que no podemos dejar de correr. No sé si 2021 será el año de la vieja normalidad o de una anormalidad nueva, pero sí que podemos estar seguros de que, en la próxima San Silvestre, saldremos a celebrar y recordar todas nuestras alegrías y nuestras penas.
Nada más cruzar la meta me entregan un sobre cerrado que debo abrir inmediatamente para extraer una mascarilla que, en un segundo, oculta mi sonrisa. Hoy no hay abrazos ni apretones de manos con los compañeros de asfalto en la llegada, pero, del mismo modo que volvimos a las calles y los parques, volveremos a abrazarnos.