Un incendio presuntamente intencionado ha obligado a desalojar este lunes 1 de enero el Centro de Primera Acogida de Hortaleza ubicado en la glorieta de Santos de la Humosa, un recurso destinado a adolescentes tanto españoles como extranjeros en situaciones de desamparo que requieren una atención urgente. Las llamas han carbonizado por completo una de las habitaciones de la primera planta del centro, y el intenso humo se ha extendido a otras estancias provocando que dos menores y un vigilante de seguridad hayan necesitado asistencia sanitaria por inhalación de humo. Según apuntan desde Emergencias Madrid, uno de los jóvenes ha sido trasladado al hospital Ramón y Cajal por intoxicación leve. La mayoría de los menores no han podido regresar al interior del edificio y han sido reubicados en otros centros de la red de protección de la Comunidad de Madrid.

Los bomberos del Ayuntamiento han podido extinguir el fuego antes de que se propagara a las otras plantas del edificio, que en el momento del suceso albergaba a más de 60 menores que han sido evacuados. Los trabajadores llevan semanas denunciando la «sobreocupación» del centro después de que la Comunidad de Madrid duplicase su capacidad el año pasado añadiendo literas en las habitaciones, incluso en espacios comunes.

«No consta que haya sido por una reyerta», apuntan desde el Gobierno regional

Agentes de la Policía Nacional investigan el origen del incendio, que pudo ser intencionado. El fuego se produjo sobre las 15.30 horas de este día de año nuevo por la quema de algún colchón de las habitaciones, según fuentes policiales, que no descartan que se trate de un incidente tras una disputa entre adolescentes. Un supuesto que desmiente la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid de la que depende el centro.

«No consta que haya sido por una reyerta», apuntan desde el Gobierno regional, que en 2023 amplió la capacidad del centro hasta las 72 plazas actuales.  En estos momentos, habitaciones como en la que se ha producido el incendio, de apenas una docena de metros cuadrados, acogen a cuatro adolescentes cuando deberían ser apenas dos, indican los educadores. En las últimas semanas, en el Centro de Primera Acogida pernoctan más de 70 jóvenes como promedio, aseguran desde la plantilla: alguna noche no ha habido camas suficientes para todos los menores.

Incendio Centro de Primera Acogida vertical

El incendio en el Centro de Primera Acogida ha provocado una gran humareda. EDMUNDO ROMÁN

Los trabajadores del Centro de Primera Acogida de Hortaleza llevan semanas advirtiendo de que se encuentran en una situación «límite». “Queremos denunciar públicamente que la sobreocupación, que empieza a tener un carácter permanente, comienza a causar daño físico y psicológico tanto al personal profesional que atiende como a las personas atendidas”, exponían recientemente en una carta dirigida al Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso, responsable del centro y de garantizar unas “condiciones mínimas de habitabilidad, higiene y seguridad” que ahora no se cumplen: durante dos meses no hubo personal médico porque no se cubrían las bajas, y además escasean las mantas y la ropa interior para los menores por falta de suministro.

El Centro de Primera Acogida de Hortaleza, ubicado junto al parque Isabel Clara Eugenia, fue diseñado para acoger a 35 jóvenes en condiciones óptimas. Ahora ha duplicado su capacidad, hasta disponer de 72 plazas en los últimos meses, por una decisión “unilateral” e “inaceptable”, según los trabajadores, de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, que vulnera el proyecto educativo de este recurso de urgencia para menores de entre 15 y 18 años que se encuentran solos, en situación de calle o sufren maltratos en su hogar, entre otras circunstancias.

En la plantilla esta situación recuerda a un episodio traumático, la del colapso que sufrió el centro entre los años 2018 y 2019, cuando los recortes en la red de acogida provocaron un embudo en el centro de Hortaleza, que llegó a acoger a 172 menores al mismo tiempo, con chavales durmiendo en colchonetas en los pasillos y una conflictividad insoportable. “Esto es déjà vu, parece que va a volver a pasar”, asegura una trabajadora.

Las quejas de los trabajadores entraron el pasado 12 de noviembre en la Asamblea de Madrid. La diputada del PSOE Lorena Morales responsabilizó a la directora general de Infancia, Silvia Salmaña, del “hacinamiento” que la socialista pudo comprobar con sus propios ojos durante una visita al centro. “¿A usted le parece que están velando por el interés superior del menor, como dice la ley, cuando meten a tres adolescentes que no se conocen de nada, con vivencias muy duras a sus espaldas, en una habitación que es un ratonera?”, preguntó Morales a la responsable de Infancia del Gobierno de Ayuso. “No estamos ni remotamente ante un problema parecido al de otros momentos”, respondió Silvia Salmaña aludiendo al colapso de 2018. En su turno de réplica, la diputada socialista advertía de que las «condiciones de hacinamiento» en el centro «son el caldo de cultivo para que se genere violencia».

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