El director de cine y escritor David Trueba acudió el pasado miércoles al centro cultural Carril del Conde para presentar su nueva película, A este lado del mundo, en Hortaleza, el barrio que acoge a uno de sus protagonistas, Zidane Barry, al que Trueba descubrió el año pasado cuando el joven guineano fue el rey Baltasar de la Cabalgata Participativa.
El evento formaba parte de la programación de Los veranos de la plaza (ahora convertidos en Los otoños de la plaza) que organiza Danos Tiempo desde el mes de julio para acercar la cultura al barrio, contra viento y marea. La presentación de la película, que contó con el apoyo de la asociación El Olivar, se trasladó de la plaza Josefa Arquero al Carril del Conde en una sesión con aforo reducido y respetando las medidas de seguridad contra el coronavirus y culminó con un coloquio con el director y parte del elenco de actores.
Junto al director estaban Vito Sanz, Ondina Maldonado y Zidane Barry, que era, en realidad, la flamante estrella de la tarde. Porque Zidane no es actor profesional, pero en Hortaleza mucha gente sabe que ha sido el rey Baltasar de nuestra cabalgata. Y claro, pasar de este modesto (aunque no menos importante) papel a la gran pantalla de la mano de David Trueba te convierte en eso, en una estrella.
Zidane Barry no había visto nunca una película en el cine, y la primera vez ha sido con él proyectado en la gran pantalla
La película, rodada entre Madrid y Melilla, cuenta la historia de un ingeniero despedido de su trabajo en plena crisis económica, justo cuando acaba de firmar una hipoteca con su pareja. La necesidad de conseguir más dinero le lleva a irse a trabajar a Melilla, donde recibirá el encargo de reforzar la valla que trata de evitar el paso de migrantes a España. Esa valla se convierte en una actriz más y representa la diferencia entre nacer a un lado del mundo o al otro.
Una realidad que David Trueba, que también ha escrito el guion, atribuye principalmente a la suerte. Idea que explica muy bien el personaje de Anna Alarcón en la película, una guardia civil que guiará a Alberto, interpretado por Vito Sanz, en Melilla. El cineasta se refiere al tema de una manera muy dura: “El azar nos ha situado a este lado del mundo, pero aquí no cabemos todos”.
“Esta realidad está casi representada como una puesta en escena. La imagen que vemos tantas veces en la tele o en series nos separa; lo vemos como si fuera una ficción más”, explicó Trueba durante el coloquio en Hortaleza. Por ello, su intención con la película es que miremos directamente a ese otro lado del mundo, donde hay personas dispuestas a jugarse la vida para conseguir, por sus propios medios, lo que el azar les ha negado.
Por eso era importante contar con alguien como Zidane: un actor no profesional que hubiese pasado por la misma situación que la del personaje que tenía que interpretar. “Ni siquiera había visto una película en el cine antes de participar en el rodaje de A este lado del mundo”, es la confesión que Zidane le hizo a Trueba después de haber visto la película en una sala de cine. Pero son personas así la que dan más verdad a las historias, por eso el director siempre cuenta con ellas en sus rodajes.
Es normal, por lo tanto, que el miércoles todas las miradas se centraran en él. Porque no todo el mundo puede decir que ha participado en una película de David Trueba, y la ilusión se veía perfectamente en sus ojos. Unos ojos que llenaban de luz una sala repleta (dentro del aforo permitido) de gente con ganas de disfrutar de la cultura y del cine, de la forma más respetuosa posible, en estos tiempos de pandemia que vivimos.
Algo se está haciendo bien en Hortaleza cuando pasan cosas como esta. Cuando hay asociaciones como El Olivar que trabajan acogiendo a chicos como Zidane, que llegan a España sin nada más que lo puesto y necesitan un hogar para vivir y una formación para poder volar libres en este lado del mundo. No será la suerte, pero sí el esfuerzo, individual y colectivo, el que les permita conseguirlo.