El final de las vacaciones será una fiesta en el barrio de Canillas, que vuelve a celebrar sus festejos vecinales después de un año de barbecho y tras recuperarlas en 2016. En aquella ocasión, la feria se instaló en la plaza de Nuestra Señora del Tránsito, aunque este año se desplazan a la calle Palermo (Metro Esperanza), en la entrada del instituto público Conde de Orgaz, donde habrá instaladas atracciones hasta el mismo día que los estudiantes volverán a la clase.
Organizadas por la asociación vecinal Canillas, las fiestas se celebrarán desde el martes 4 de septiembre hasta el lunes 10 al “estilo pueblo, con muchas actividades para los niños”, en palabras de la presidenta de la asociación, Estrella Martínez. En la calle Palermo se instalará un carrusel, camas elásticas, un castillo hinchable, barras, una churrería y un pequeño escenario donde actuará una orquesta y se programarán sesiones de DJ y discotecas móviles.
Las fiestas fueron recuperadas en 2016 tras dos décadas de ausencia, y tuvieron un pregonero de excepción. José Miguel Monzón, el popular presentador de televisión más conocido como El Gran Wyoming y vecino del barrio, fue el pregonero de los festejos, que el año pasado no se celebraron por problemas administrativos, según la asociación vecinal. Las fiestas de Canillas coincidirán con las más tradicionales del distrito, las dedicadas a la Virgen de la Soledad, patrona del antiguo pueblo de Hortaleza.
El Gran Wyoming, en el pregón de las fiestas de Canillas de 2016 / Foto Sandra Blanco
Es un escándalo lo de organizar la fiesta este año en pleno barrio residencial.
En nombre de muchos vecinos de las calles Nápoles, Milán y Palermo y el mío propio, manifestamos nuestro desacuerdo por el lugar que ha autorizado el ayuntamiento, a la vez, manifestamos nuestra indignación y malestar por todo el ruido que hemos padecido hasta las 02.45 horas, la madrugada del sábado, y hasta las 03.10 horas la madrugada del domingo. Y no sabemos lo que pasará esta noche.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las familias que vivemos en la zona donde se ha ubicado el escenario de los conciertos de música en directo y las atracciones para los niños somos trabajadores y tenemos niños pequeños. Nos hemos incorporado al trabajo el lunes día 3 de septiembre y nuestros niños, que estudian en el Colegio y Liceo Francés, han vuelto al colegio el día 4. Por lo que las fiestas, con todo el ruido que han provocado, ha iniciado la misma semana que hemos iniciado nuestro trabajo y nuestros niños han vuelto al colegio.
Como vecinos, tenemos derecho al descanso y nuestros niños tienen derecho a que no se altere su ritmo normal de vida y a que no sean despertados violetamente a causa del ruido de la música.
En una reunión improvisada de algunos vecinos este medio día, descubrimos que una familia se tuvo que ir a un hotel las noches del viernes y sábado porque uno de los hijos, el más pequeño, paso la noche del viernes llorando. A las dos de la madrugada tuvieron que ir todos a un hotel.
Nos parece bien que haya fiestas, pero no en zonas residenciales.
El ayuntamiento, que es de todos, deben velar por los derechos de todos. De los que quieren la fiesta y de los que quieren descansar para poder desarrollar su jornada de trabajo sin errores como causa del cansancio. Al igual que los niños y niñas, tienen derecho a dormir sus 14 horas sin ser molestados ni violentados.
En base a lo descrito anteriormente, pedimos al Ayuntamiento solucionar el problema:
1º- Parando las actuaciones musicales previstas para esta noche (09/09/2018) a las 22.00 horas.
2º- No autorizar más fiesta la entrada del instituto público Conde de Orgaz (entre calle Nápoles y Calle Palermo).
Fdo.:
Varios vecinos de las calles Nápoles, Milán y Palermo, que llevamos 4 noches sin dormir.
Atentamente,