Cuatro años después, la joven Patricia ya tiene sentencia, y finalmente no irá a prisión como solicitaba la Fiscalía y la acusación particular. Esta vecina de Hortaleza, que en 2011 fue detenida en su casa horas después de haber agredido, supuestamente, a un agente antidisturbios mientras participaba en una sentada pacífica para detener un desahucio en Manoteras, se enfrentaba a una condena de tres años de cárcel por delitos de atentado y lesiones. También a indemnizar al agente presuntamente agredido con 8.900 euros.

Patricia fue juzgada el pasado 10 de marzo en Madrid, arropada por decenas de vecinos y vecinas que defendían su inocencia y reclamaban su absolución. El desahucio que intentó detener Patricia junto a muchos otros activistas atrajo a televisiones internacionales al producirse en vísperas de las elecciones generales de 2011, y no existe ningún vídeo o prueba que demuestre la agresión al policía. Tan solo hay imágenes donde se comprueba como los agentes sacaron a rastras a todas las personas que se sentaron en el portal de Manoteras donde iba a producirse el desalojo. Aquella mañana tampoco hubo detenidos, y el policía que denunció la lesión continuó trabajando después de la supuesta agresión.

Sentencia agridulce

En la sentencia (puedes leerla aquí) el juez condena a Patricia como autora de delito de resistencia y otro de lesiones, y la impone una multa económica de tres meses y un día por cada delito, durante los que tendrá que pagar cuatro euros diarios, y que indemnice al agente con 5.721 euros, pero la absuelve del delito de atentado a la autoridad.

Desde Comisión Legal Sol, que ha llevado la defensa de Patricia, critican que la sentencia dote de mayor credibilidad a los testigos de la Policía Municipal de Madrid, y que no se haya tenido en cuenta la «contradicción» del agente denunciante, que «siguió actuando con total normalidad tras el desalojo de Patri, lo que contradice lo declarado por él mismo, quien siempre ha afirmado que tras la patada sufrió un fuerte dolor y que no pudo volver a actuar». Durante el juicio, la defensa aportó un vídeo donde se puede ver al agente sonarse la nariz con un pañuelo sujetado por el brazo donde se produjo la lesión después de haber desalojado a Patricia.

«Con todo, nos alegramos que con esta sentencia se haya acabado la amenaza que pesaba sobre Patri de ingresar en prisión pero también creemos que es una sentencia injusta, que condena a una persona inocente a la que no se le ha permitido utilizar todos los medios de prueba que tenía a su disposición y cuya presunción de inocencia se ha visto enervada por la mera declaración de los funcionarios de policía», añaden desde la Comisión Legal Sol en un comunicado, anunciando que recurrirán la sentencia y agotarán todas las opciones para lograr la total absolución de Patricia.

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