Aunque ahora parezcan políticas sólo de Cuba o de Corea del Norte, hubo un tiempo en el que quienes gobernaban en España asumían que había que solucionar el problema de la vivienda en ciudades como Madrid.

La cosa venía de lejos. Cientos de miles de personas, huyendo de la miseria, llegaron a Madrid desde 1939. Los emprendedores de entonces, en el gobierno de la mano de Franco, recibieron con los brazos abiertas a estos nuevos productores(entonces no había obreros), que además de trabajar a precio de esclavo —para eso habían organizado su guerra—, necesitaban un techo.

Durante mucho tiempo esas casas podían ser un montón de ladrillos con una chapa o un pedazo de uralita en el techo. Después, los honrados emprendedores se dieron cuenta de que construir era otro nicho de mercado, como se dice ahora (entonces eran más sinceros y lo llamaban chollo). Hicieron casas por todas partes, generalmente malas, generalmente sin servicios, sin transportes, sin urbanismo, y allí, en esos descampados, nos criamos muchos.

"Alguien que se reclame de izquierdas debería tener un mínimo de decoro y no volver a decir que la vivienda es un bien de mercado”

Los que habían estado deslomándose para volver a dormir cada noche a esas latas de sardinas exigieron que se les escuchara cuando Franco, el amigo de los emprendedores, se murió. Por eso la Constitución, que como es bien sabido, Dios entregó a los padres de la Transición en tablas de piedra, recogió, entre otras cosas, el derecho a la vivienda digna.

Luego llegó el flautista de Hamelín que conocemos como “el mercado”, y se encargó de la política de vivienda a su manera: ahora tocaba limpiar. Ya estaba bien de tanto rojo junto. Queremos mejores vistas y no cruzarnos con piojosos. Así que quien quiera vivir en Madrid que lo pague.

Cualquier gobierno de izquierdas debería garantizar que la población accede a la vivienda sin que eso le suponga arruinarse. Al menos Almeida y Ayuso no disimulan ni dicen que son de izquierdas. Por eso se saltan una sentencia cuando les da la gana y no recuperan pisos privatizados que se quedan los fondos buitre. Por eso no construyen vivienda social. Por eso las ayudas que plantean al alquiler son para quienes tengan más renta. Por eso la Empresa Municipal de la Vivienda dice que no construye en Hortaleza porque no hay sitio, pero luego venden parcelas.

No se puede esperar nada de esta gente. No nos quieren si no somos dóciles. Están haciendo la ciudad que quieren. Pero alguien que se reclame de izquierdas debería tener un mínimo de decoro y no volver a decir que la vivienda es un bien de mercado. No pueden decepcionar otra vez a quien les vota. Basta ya.

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