Una escritora joven y audaz, promesa de la literatura. Sandra García ha publicado su primera novela, Un crimen imperfecto, con tan solo dieciséis años. Su familia es de Salamanca y Ávila, pero ella es hortalina de toda la vida, de Canillas, barrio que considera que derrocha cultura por todos lados.

Amante de la lectura, pero también de los deportes y de los animales. Jugó en el Club Deportivo Tacón (ahora Real Madrid femenino), fue árbitra federada y ahora se dedica al pádel y al tenis. Tiene un perro que se llama Gus y su familia ha sido un pilar fundamental que la ha animado a dedicarse a la escritura.

“Empecé a escribir porque, al encantarme leer, yo también quise crear una historia completa que hiciera disfrutar a otras personas al igual que disfrutaba yo”. Confiesa que se inició en el mundo de la lectura gracias a la biblioteca de su colegio, Numont School, donde su colección favorita era la de Los Cinco, de Enid Blyton, y además su tutora Mrs. Kennedy le regaló numerosos libros dada su notable pasión por las letras.

Jugó en el Club Deportivo Tacón (ahora Real Madrid femenino), fue árbitra federada y ahora se dedica al pádel y al tenis

Sandra ha pasado de doblar folios por la mitad donde plasmaba pequeñas historias a redactar y publicar una novela “hecha y derecha” cuyo proceso de edición, corrección y maquetación ha estado en todo momento bajo su supervisión. “Fui yo quien se encargó de buscar los servicios y a las personas que los ejecutarían, ya que, aunque no lo parezca, este es un proceso complicado y delicado”.

También fue ella la que hizo el primer boceto de la portada del libro, todo un largo camino acompañada de su editora, María Coco, que finalmente vio la luz con la publicación con Amazon, “una opción muy buena, dado que te ayudan en cada paso”. Sandra tomó esta opción porque estuvo a punto de firmar con una editorial y tuvo la perspicacia de rechazarlo por no estar de acuerdo con las condiciones.

“Lo que me aporta la escritura es un espacio sin distracciones en el que puedo poner todas mis ideas y pensamientos en orden, y es algo con lo que disfruto y me relajo, pues todas las vibraciones son positivas”, admite la joven. De hecho, Un crimen imperfecto no es su primera novela. La primera la escribió cuando estaba tan solo en cuarto de primaria. Para que una historia le guste “debe tener una trama que te atrape, personajes que te cautiven y que inspiren valores y sobre todo mucha acción y aventura”. La coctelera de ingredientes que contiene su novela.

Un crimen imperfecto

Grandes referentes como David Williams, C. S. Lewis, el potencial de los personajes de Laura Gallego y la relevancia de investigar en las historias de Carlos Ruíz Zafón, del que justo terminó de leer Marina antes de aventurarse a escribir Un crimen imperfecto, han hecho que Sandra confeccione su propio estilo. Resultado que se puede leer en una historia que capta la atención desde el primer momento y cuya acción no da tregua.

La mayor parte de la trama ocurre en Frías (Burgos), ciudad que todavía no conoce, pero parece como si ya hubiera estado, puesto que se ha recorrido sus calles muchas veces a través de Google Maps para ambientar fielmente su historia: “Frías me cautivó inmediatamente, por su castillo, su iglesia, sus puentes,…”. El próximo 28 de agosto conocerá la ciudad por primera vez porque hará una presentación del libro.

La mayor parte de la trama ocurre en Frías (Burgos), donde el próximo 28 de agosto hará una presentación del libro

Santi y Alba, los protagonistas de Un crimen imperfecto, son unos investigadores y curiosos natos, al igual que su creadora Sandra García. Un sentimiento de misterio continuo que tiene la necesidad de saciarse. Por eso, cuando termine segundo de Bachillerato, tiene pensado decantarse por carreras como Derecho y Criminología, aunque puede cambiar en cualquier momento.

El libro comienza con la frase: “La amistad es igual que una llama de fuego: si no la alimentas acabará extinguiéndose”. Y es que por encima de la intriga y el misterio predomina la amistad entre los protagonistas. Para Sandra “la palabra amistad engloba apoyo, disfrute en compañía, amor… Creo que es algo que es clave conservar para avanzar como personas”. No solo la amistad entre amigos, también la fidelidad perruna representada con el personaje de Tifón, el fiel compañero de aventuras de Santi.

Un tema tabú en la sociedad, pero que cada vez está más a la orden del día es el de la salud mental. Algo que trata a través del protagonista, Santi, que hace que se tenga presente esta parte de la realidad. “Decidí acercarme a ese terreno porque pienso que es un asunto importantísimo que no suele reflejarse en las novelas policiacas, ni en ninguna otra, y me gustaría hacerle eco de alguna forma para que los lectores empaticen con el personaje”.

Dedica el libro a su familia y a sus lectores, con los que mantiene el contacto a través de un e-mail que facilita en el propio libro

La familia también es un pilar fundamental para Sandra: “Mi familia es lo más valioso que tengo, ya que siempre me alienta a perseguir mis sueños sin echarme para atrás”. A ellos les dedica el libro, al igual que a sus lectores, con los que mantiene el contacto a través de un e-mail que facilita en el propio libro. “Es un orgullo para mí recibir estos correos, no hay nada que me alegre más que ver cómo otras personas han disfrutado del libro que he escrito”.

Sandra García no para de crear, acaba de finalizar una novela más extensa, de entre 400 y 500 páginas, y ya avanza que habrá una segunda parte de Un crimen imperfecto. La hortalina admite que este libro es “un sueño hecho realidad”. Un sueño cumplido con dieciséis años, toda una referente para cualquier joven que quiera lanzarse al mundo de la escritura sin importar la edad. Para ellos, Sandra aconseja: “Le recomendaría que leyese mucho para así agrupar muchas ideas e inspiración, y que nunca se rindiese, que, si quiere escribir un libro, tire hacia delante pese a las complicaciones de distintos ámbitos que puedan presentarse”.

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