El pasado 24 de octubre, el coordinador de Ciudadanos en Hortaleza, Alberto Ruiz, no podía reprimir su emoción. “Se me saltan las lágrimas”, escribió en su cuenta de la red social Twitter. Acompañaba el mensaje con una fotografía del motivo de su júbilo: un autobús.
Aquella mañana, la línea 174 de la EMT que conectaba Sanchinarro con Plaza de Castilla estrenó su ampliación de recorrido hasta el nuevo barrio de Valdebebas. Un logro en el que intervino Ciudadanos, de ahí la alegría de Alberto Ruiz. Porque prolongar una línea de autobús en Madrid resulta tan complicado que, cuando se consigue, es como para que te salten las lágrimas.
En la capital, durante el último lustro se cuentan con los dedos de las manos las ampliaciones aprobadas por el Consorcio Regional de Transportes, el organismo dependiente de la Comunidad de Madrid que tiene la última palabra para modificar el recorrido de los autobuses de la EMT.
Nuestro distrito, con la prolongación de las líneas 171 y 174 a Valdebebas, ha sido el más agraciado de ciudad. Sin embargo, al menos cuatro propuestas aprobadas en el Pleno de la Junta de Hortaleza esperan sin fecha el visto bueno del Consorcio. Entre ellas, la ampliación de la línea 125, que une nuestro distrito desde Mar de Cristal al hospital Ramón y Cajal, hasta el barrio de Canillas.
FALTA DE RECURSOS
“Todos los meses nos llegan más de 20 propuestas de ampliación de líneas de autobuses, pero no hay obligación técnica o legal para que se haga. No son vinculantes. Se elevan al Consorcio para que las estudie”, explica un portavoz de la EMT, que considera inviable satisfacer todas las peticiones. “Los recursos son limitados porque no tenemos infinitos autobuses y conductores”, señala.
Una realidad que los grupos políticos de Hortaleza asumen con resignación. Desde hace un año, ninguna formación ha vuelto a proponer en el Pleno del distrito la ampliación de rutas de autobuses. “El Consorcio siempre dice que no, todas las propuestas mueren allí, y es muy frustrante porque no hay forma de hacer ninguna modificación de las líneas del distrito si ellos no quieren”, afirma Ramón Silva, concejal del PSOE del Ayuntamiento de Madrid.
UNA DÉCADA DE ESPERA
La propuesta de los socialistas de llevar la línea de autobús del Ramón y Cajal hasta Canillas, que cuenta con el apoyo de 400 firmas vecinales, fue aprobada por unanimidad en el Pleno de Hortaleza de febrero de 2016.
Pero la demanda es antigua, y ya fue incluida hace diez años en el Plan de Acción del Distrito de Hortaleza que se presentó para la Agenda 21, aprobado en 2007 tanto por el Consejo Territorial como por el Pleno. Una década después, en Canillas siguen esperando al bus que les acerque al hospital.