El antiguo colegio Rubén Darío acabó dando tanto miedo que el programa de Íker Jiménez fue allí a grabar psicofonías. Nunca se pudo confirmar que hubiera fantasmas en el centro ubicado en la calle Matapozuelos del Poblado de Canillas, pero desde que las aulas se vaciaron de chavales, en 2013, fueron invadidas por vándalos.
En apenas dos años, el vecindario de los alrededores del Rubén Darío hizo acopio de historias para no dormir. Botellones de madrugada, incendios, robos a plena luz del día e incluso un accidente de los que suelen acabar en tragedia. En una de aquellas parrandas clandestinas, un joven utilizó una manguera, cual Tarzán, de liana. Dio con sus huesos en el suelo cayendo desde la segunda planta, y se le rompieron unos cuantos. Los sanitarios tardaron una hora en reanimarlo.
COLEGIO SAQUEADO
Cuando el Rubén Darío cerró sus puertas, ya existía un plan para darle nueva vida. En 2008, el Pleno de Hortaleza aprobó que alojase la Casa de las Mujeres, un proyecto impulsado por la asociación vecinal de Villa Rosa, cuando el centro perdiera su actividad lectiva. Pero los recortes mandaron la iniciativa al cajón de las promesas incumplidas. Recortes que, junto a la apatía del Ayuntamiento (propietario del edificio) dejaron también sin vigilancia al colegio, pasto durante este tiempo de los saqueadores.
El relevo en el gobierno municipal en 2015 enmendó ese error. El Ruben Darío volvió a quedar custodiado, pero ya no quedaba nada que robar. El destrozo estaba hecho.
La Casa de las Mujeres salió entonces del cajón para convertirse en un proyecto con planos y presupuesto, algo más de millón y medio de euros para remozar por completo uno de los tres edificios del antiguo colegio que salieron del Fondo de Reequilibrio Territorial (FRT) y han financiado meses de obras a punto de finalizar.
Después del verano, la instalación estará lista para su uso, aunque habrá que esperar hasta final de año para que La Casa de las Mujeres de Hortaleza, con 1.200 metros cuadrados de superficie, se convierta en el mayor Espacio de Igualdad de Madrid.
Interior de la futura Casa de las Mujeres de Hortaleza / Foto David Navarro
OBRAS A PUNTO
Juana Sánchez, histórica de la asociación vecinal de Villa Rosa, pudo visitar las estancias de su soñada Casa de las Mujeres el pasado 7 de julio. Junto a Yolanda Rodríguez, concejala de Hortaleza; Celia Mayer, delegada de Políticas de Género y Diversidad del Ayuntamiento; Nacho Murgui, delegado de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social, y el edil socialista Ramón Silva, paseó por salas que pronto tendrán servicios de primera atención a mujeres, y donde entidades como la suya podrán realizar actividades de prevención de violencia machista y de fomento de la igualdad.
“No es justo lo que queríamos, pero más vale esto que nada”, reconoció Juana ante los concejales, echando en falta un refugio para las mujeres maltratadas, pero a su reivindicación (y la de tantas compañeras del barrio) solo le quedan unos remates para ser una realidad.
Juana Sánchez (a la izquierda) durante su visita a la futura Casa de las Mujeres / Foto David Navarro
