Me gustaría compartir con ustedes una receta infalible. La preparación es lo de menos, lo importante son los ingredientes: bibliotecas, clubes de lectura, el vecindario, un periódico local y una radio comunitaria. Esa fue la exitosa fórmula elegida para celebrar el Día del Libro de este año en Hortaleza. Un fantástico encuentro de la comunidad lectora en el que no faltó el contenido social, las emociones, las risas, un poco de reivindicación y, sobre todo, los libros.
El encuentro tuvo lugar el miércoles 23 de abril en el CEPA Dulce Chacón, lugar histórico del barrio, en el que tantas generaciones, principalmente de mujeres, han encontrado su refugio y espacio de aprendizaje desde hace décadas. Tanto su equipo directivo, como la asociación de alumnos y antiguos alumnos, con Teresa Fernández Martínez a la cabeza, son un ejemplo de colaboración y trabajo en red.
Comenzamos con varias lecturas por parte de vecinas y vecinos, algunos de ellos con una larga trayectoria de participación vecinal. Este año primaron autoras por encima de autores: grandes clásicas como Rosalía de Castro, Virginia Wolf o Gloria Fuertes, y autoras contemporáneas como nuestra querida Marta Sanz, a quien tras su reciente visita a Hortaleza ya consideramos una hortalina más.
A lo largo de la tarde tuvimos varios momentos de gran emoción como la participación de varios chicos del Centro de Primera Acogida, que vinieron acompañados por Somos Acogida, con su fundadora Emilia al frente. Nos hablaron de autores de sus lugares de origen, e incluso un valiente ¡se atrevió con la primera frase de El Quijote! Porque los libros están muy bien, nos evaden, nos entretienen, pero qué importante es no perder el contacto con la realidad social tan dura que vive mucha gente, y gracias a su testimonio, pudimos conocer la suya de primera mano.
Además de lecturas por parte del público presente, varias de ellas a cargo de integrantes de algunos de los clubes de lectura del distrito, también tuvimos varias intervenciones grabadas, por parte de personas tan relevantes como Emilio Silva, referente de todo lo relacionado con la memoria histórica, la escritora Eva Losada, el cantautor Pedro Pastor, o nuestra adorada – y como fue definida en el propio programa – “librera de cabecera” Bárbara Villaécija, de la Librería Mar Negro.
Y si llegados a este punto ya habíamos reído y llorado, aún nos faltaba por vivir el momento estrella de la tarde, el emotivo homenaje que asociaciones, entidades y vecindario en general quisimos hacer a Juan Jiménez Mancha, impulsor de este encuentro y de tantos otros, director de la biblioteca Huerta de la Salud, con motivo de su inminente jubilación. Fue precioso poder comprobar el cariño que se le tiene y la gigante huella que deja en el distrito y en todos nosotros.
Qué mejor despedida que un encuentro dedicado a los libros, porque, como bien dijo Paco Aragón de Radio Enlace, todo esto va de compartir lecturas, pero sobre todo de compartir la vida, y con Juan ha sido un placer compartirla.
Así que ya saben, como les decía al principio, si buscan la fórmula para una tarde memorable, incluyan personas comprometidas, buenos libros y, por supuesto, algo de corazón.
Fotos de Sandra Blanco
