Era un temor extendido desde hace tres años entre los inquilinos e inquilinas que viven de alquiler en el barrio de Parque de Santa María, cuando sus pisos fueron comprados, con ellos dentro y sin aviso previo, por los fondos de inversión del empresario catalán Valentín Bascuñana. Pero ahora los peores augurios están empezando a cumplirse.

Picton Investments, una de las compañías de Bascuñana, ha decidido no renovar los contratos de arrendamiento en algunas de las 799 viviendas adquiridas en el 2015. Así lo denuncia la Asamblea de Inquilinas de Hortaleza, donde se agrupan familias afectadas por esta operación especulativa para defender su derecho a permanecer en el barrio, y que se reúne en el local de La Unión de Hortaleza.

En concreto, este colectivo denuncia el caso de varias vecinas obligadas a dejar sus pisos en verano, y a las que Picton no les habría dado ni siquiera la opción a negociar una renovación.

“Suponemos que será porque han vendido los pisos a otros particulares, y lo han hecho sin comunicárselo a las actuales inquilinas”, sospechan en la Asamblea, que ha intensificado su actividad en las últimas semanas para visibilizar los efectos de la burbuja del alquiler en Hortaleza mientras sigue negociando con Mediasil Desarrollos, administradora de los fondos de inversión de Bascuñana, la permanencia de los vecinos y vecinas de Parque de Santa María en sus actuales viviendas.

CAMPAÑA DE FIRMAS

Con el lema “Queremos vivir en Hortaleza”, durante este año, la Asamblea ha trasladado la situación de los afectados a las formaciones políticas de Hortaleza tomando la palabra en el Pleno del distrito. También ha participado en movilizaciones por la vivienda como la manifestación “Madrid no se vende”, que recorrió el centro de la capital el pasado 12 de mayo, y ha comenzado a trabajar conjuntamente con el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

Además, ha emprendido una campaña de recogida de firmas para apoyar a las vecinas amenazadas con perder sus hogares. “Los fondos de inversión acaparan viviendas e inflan una burbuja que nos expulsa de nuestro entorno y nos aleja de familia y amigos. Un problema que afecta cada vez a más vecinas y vecinos del barrio”, denuncian desde la Asamblea.

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