Las citas electorales de los últimos meses se han encontrado con un claro desinterés y desilusión en determinadas zonas del distrito. Es el caso de la UVA de Hortaleza, barrio con un gran número de vecinos con bajo poder adquisitivo y alta tasa de desempleo. También uno de los más “abandonados y desamparados” por la Administración Pública, según coinciden asociaciones y vecinos.

En los hogares de la UVA, se ingresa una media de entre 22.000 y 24.000 euros anuales, lo que sitúa a este barrio a una distancia sideral del poder adquisitivo de otras zonas del distrito, como la Piovera o Palomas.

Asimismo, en marzo del presente año, había 7.729 desempleados censados en Hortaleza (un 7,3% menos respecto al mismo mes del 2018). De este total, el 33,4% (2.583 parados) residen en Pinar del Rey, zona donde se emplaza la UVA. En este sentido, apenas ha habido mejoría en el barrio respecto al mismo mes de un año antes, cuando el número de desempleados era de 2.890.

Los hogares de la UVA de Hortaleza disponen de menos de 24.000 euros de renta media anual

“GENTE DESILUSIONADA”

En las elecciones generales del pasado 28 de abril, PSOE y Unidas Podemos lograron sus mayores porcentajes de voto de todo el distrito en la zona de la UVA de Hortaleza, donde siguen en pie las casas temporales levantadas en 1963: la izquierda sumó el 66% de los votos. Sin embargo, fue también el barrio con menor índice de participación, con apenas el 65%.

En esta situación, en la UVA se evidencian muestras de desaliento respecto a la capacidad de los políticos en virar el rumbo del barrio. Algunos ejemplos los encontrábamos en el bar La Tapita de Hortaleza.

Allí, una votante del PSOE se mostraba contenta por la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones generales, esperando que “lleve una corriente positiva al barrio”. Por contra, su amiga votaba en esta ocasión a Ciudadanos “por el cambio”, a pesar de su desconfianza por los políticos: “Son mismos perros con distinto collar”.

El 66% del voto fue a la izquierda en las elecciones generales del 28 de abril

El escaso suelo municipal para vivienda pública, añadido al encarecimiento del precio del alquiler y a una general sensación de abandono del barrio, ha disuadido a muchos vecinos de la UVA de acercarse a las urnas. Gran parte del vecindario admitía no haber votado y mostraba total desinterés por la actualidad política.

“Me preocupa más llevar tanto tiempo sin trabajar”, comentaba David. Otro vecino coincidía: “No voto porque no creo en los políticos”. Susana, por su parte, lamentaba no tener trabajo debido a “la necesidad de cuidar de mi hija”.

Desde el Mesón Celia, sito junto al Mercadona, otro vecino comentaba: “En el barrio son muy de izquierdas, pero a la hora de votar no he visto mucho interés”.

Respecto a la situación del barrio, Juani Megías, secretaria de la asociación vecinal de la UVA, incide en el continuo deterioro de aceras y jardines y del problema de vivienda de la zona: “Muchos vecinos continúan esperando a que les entreguen sus casas. Los políticos prometen mucho, pero luego no hacen nada, hay mucha gente desilusionada”.

 

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