El pasado verano, la empresa Ingesport renunció a construir un macrogimnasio en la plaza de la Iglesia de Hortaleza cuatro años después de que el Ayuntamiento de Madrid aprobara un plan especial que permitía la destrucción de algunos de los edificios más antiguos del barrio. La movilización vecinal fue determinante para salvar inmuebles centenarios y las bodegas que recorren las profundidades del antiguo pueblo, aunque el polémico proyecto dejó una herida en el casco antiguo del barrio.

En febrero de 2020, los promotores talaron casi un centenar de árboles para preparar el terreno donde pretendían construir un gimnasio privado de la cadena Go Fit. El Ayuntamiento había autorizado el arboricidio porque los cipreses, pinos, almendros, higueras y olivos de la parcela de los Paúles estaban «enfermos», según la solicitud de tala que presentó Ingesport, o “afectados por obras”. Sin embargo, Ingesport no contaba entonces con ningún tipo de licencia de obras. De hecho, esas obras nunca llegaron.

El pasado mes de noviembre, la Mesa de Medio Ambiente del Foro Local de Hortaleza llevó al Pleno del distrito una proposición para que el Ayuntamiento repusiera de forma “inmediata” en la finca de los Paúles “todos los ejemplares talados de forma tan innecesaria como irregular”. Además, reclamaba identificar quién permitió cortar los árboles y depurar responsabilidades.

“¿Cómo es posible que se sacrifiquen árboles por unas obras que no tenían la correspondiente licencia?”, preguntó Rufo Gómez, antiguo portavoz de Ahora Madrid en Hortaleza, que se encargó de defender la proposición, rechazada con el voto en contra de Partido Popular, Ciudadanos y Vox. El concejal presidente de Hortaleza, Alberto Serrano, defendió la legalidad de los informes municipales que respaldaron la tala. “Ahí están los tribunales por si hubiera alguna irregularidad”, zanjó el edil.

Los grupos de la oposición respaldaron la petición presentada por el Foro Local. El concejal del PSOE, Ramón Silva, aludió a los «intereses espurios y ocultos» que empujaron, en su opinión, la aprobación en 2016 del proyecto de macrogimnasio en el casco antiguo de Hortaleza, apoyada entonces por Ahora Madrid y Partido Popular. «Eso tiene responsables, pero no se quiere investigar», añadió el socialista sobre la tala.

En julio del año pasado, apenas unas semanas antes de que sucumbiera el proyecto de macrogimnasio, el adjunto a la presidencia de Ingesport, Alfonso Arroyo, se jactaba de la “altísima sensibilidad” que tenía su empresa con el patrimonio del antiguo pueblo. “Tenemos la sensibilidad de hasta conservar el único árbol sano que hay”, afirmó en una entrevista a Hortaleza Periódico Vecinal, aludiendo al único ejemplar que se salvó del arboricido, una solitaria palmera enclavada en el patio de uno de los edificios de la Congregación de San Vicente de Paúl que estaban amenazados por la piqueta.

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Una motosierra y restos de los árboles talados. JAVIER DÍAZ

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