El pasado 3 de febrero, los comerciantes de la Galería Comercial Canillas tuvieron lo que se suele denominar un déjà vu cuando en la reunión mantenida con Unide Retail, supermercado arrendatario del centro comercial de la Carretera de Canillas número 43, que a su vez los tiene subarrendados a ellos el local, les comunicó que su “relación arrendataria con la propiedad […] finalizaría inexorablemente el próximo 30 de junio” y que, por tanto, no se procedería a la renovación de sus contratos de subarrendamiento.
“La situación por la que pasa la Galería Comercial no nos permite mantener su explotación ni económica, ni operativamente en las condiciones actuales”, argumenta Unide Retail en el burofax enviado una semana después de la citada reunión con los propietarios de los establecimientos a los que tiene subarrendados en la planta superior de la galería desde que en 2015 sus propietarios, los hermanos Soto, decidieran alquilar el subsuelo al gimnasio Basic-Fit y la primera planta al supermercado.
En aquel entonces, a las tiendas afectadas también se les puso como fecha límite el 30 de junio para abandonar el que había sido su lugar de trabajo desde hacía décadas, pero las diferentes situaciones contractuales de cada una permitieron que una quincena de establecimientos se mantuviese abierta. Una década después, de esa quincena de comercios supervivientes solo queda la mitad y la situación vuelve a repetirse, pero sin que la opción de poder quedarse en la galería comercial se contemple: en pocos meses, deben adquirir o alquilar un local en la zona (pues ninguno quiere perder a su clientela) y acondicionarlo a su tipo de negocio, lo que según los casos puede suponer una considerable inversión.
“La situación por la que pasa la Galería Comercial no nos permite mantener su explotación” Unide Supermercados
Unide también ha cerrado el otro supermercado que tenía en la calle Pegaso número 4 (aunque en Google pone que “temporalmente”), por lo que no parece ser solo una cuestión de insostenibilidad de las condiciones actuales del contrato de arrendamiento mantenido con los propietarios de la Galería Comercial de Canillas. De este modo, el único Unide que queda abierto en el distrito de Hortaleza (donde tuvo sus almacenes durante décadas) es el que se encuentra ubicado en la calle Guadalajara número 11, del barrio de Palomas.
¿En qué se convertirá el Centro Comercial Canillas? La verdad es que no se sabe nada con seguridad. Los dueños de los establecimientos afectados dicen que los propietarios quieren “alquilar toda la planta”, por lo que no se abren a hacer contratos individuales por local. Pero ¿alquilársela a quién? Circulan rumores de todo tipo: un bazar, otro supermercado como Lidl o Aldi, la ampliación del gimnasio o hasta una funeraria.
¿QUÉ PASA CON LAS TIENDAS DE LA GALERÍA?
Cada uno de los establecimientos que quedan en la Galería Comercial Canillas tiene una situación diferente. De los siete negocios abiertos, seis tenían un contrato de subarrendamiento con Unide y no tienen opción de negociación con los propietarios.
El primero en mudarse ha sido el Herbolario de Ramona López, que llevaba 25 años en el mercado, y el pasado 1 de abril abrió sus puertas en el local de Carretera de Canillas número 76 (donde se ubicaba la tienda Decoraciones Esperanza). En ese local también estaba interesada Conchi, propietaria del estudio de fotografía Ispilu, que lleva casi 20 años en la galería comercial, así que decidieron jugárselo “a piedra, papel o tijera” y ganó Ramona. No obstante, Conchi continúa buscando locales por la zona y, antes de finales de mayo, dará a conocer su nueva ubicación.
La siguiente en marcharse será la Bodega de Eric, que llevaba en el mercado desde 2018, y el 1 de mayo abrirá sus puertas en la calle Utrillas número 8, donde actualmente está ubicado el bar Transilvania (antiguo bar Los Segovianos), pues sus dueños se jubilan y vuelven a Rumanía.
Distinta coyuntura tiene la carnicería de los hermanos Nieto, que tienen un contrato indefinido de arrendamiento
La pescadería Balferca, que lleva más de 40 años en el mercado y en 2015 se trasladó desde el piso inferior de la galería, cierra sus puertas el 31 de mayo. Lo bueno es que Baldomero Fernández, dueño del negocio, tiene más tiendas, así que Roberto y Gustavo seguirán atendiendo a su clientela desde la pescadería ubicada en Carretera de Canillas número 70.
Por otra parte, la charcutería Esencia Pura de Fernando López, abierta desde 1977, también ha conseguido una nueva ubicación: será en Carretera de Canillas número 74. Sin embargo, va a retrasar su traslado hasta el 30 de junio porque debe hacer una gran inversión para adaptar el local, que antes era una ferretería. También va a permanecer abierta hasta finales de junio la zapatería y cuchillería de Ángel y Paqui, pero no van a trasladarse a ninguna otra ubicación porque, después de más de 40 años trabajando, han decidido jubilarse.
Distinta coyuntura tiene la carnicería de los hermanos Nieto, Isidro y Fernando, que llevan en la galería desde hace 46 años con un contrato indefinido de arrendamiento con los propietarios y, por tanto, tienen derecho a quedarse. “El viernes tuvimos una reunión y les dije que yo quiero quedarme porque aquí tengo una clientela muy buena, pero que, si quieren que me vaya, me tendrán que indemnizar”, afirma Isidro. “También pueden sacarme fuera, a la puerta, y que se queden con el resto de la planta para alquilársela a quien quieran”.

La charcutería Hermanos Nieto lleva abierta en la Galería Comercial Canillas desde hace más de cuatro décadas. JULIA MANSO