Hablamos con Jorge Milky Ballarín, batería de Biznaga y hortalino de pro, sobre la enorme acogida que está teniendo su nuevo disco. “Siempre tienes algunas expectativas, pero es mejor ser prudente y luego llevarse gratas sorpresas como las que estamos teniendo”.

Milky todavía no ha llegado a la treintena como sus compañeros de banda, aunque a todos los une el no future que abanderaron los Sex Pistols en el 77 y del que también se hablaba en el 15-M. “Para las cuestiones básicas de la vida como son la movida habitacional, el curro, las redes sociales y el machaque del móvil, los derechos laborales o el desamparo institucional, estamos en la misma mierda”.

EL OTRO MADRID

El batería es el único madrileño de Biznaga, que acaba de publicar un himno titulado “Madrid nos pertenece” con una mención al asociacionismo de Hortaleza y Carabanchel. “Puede tener una lectura muy barrionalista, de compromiso con tu vecindario y de estar en la calle tol día haciendo movidas; desde la chavalería montando bolos o cualquier iniciativa contracultural, hasta un colectivo político conspirando contra el Estado”. Y es que Milky ha vivido toda la vida en la Colonia Esperanza, hasta que hace cuatro años se fue con su abuelo al Barrio de la Concepción.

“Cuanto más lejos he estado de sus calles, Hortaleza se ha engrandecido más en mi cabeza” Milky

Sin embargo, a día de hoy se siente más unido que nunca al distrito y pronto podremos disfrutar gratis de su música en directo en el Luis Aragofest que se celebrará el sábado 2 de julio en Manoteras. “Mi militancia política y asociativa me ha permitido encontrarme con personas, rincones e iniciativas que hasta ahora eran desconocidas para mí. Paradójicamente cuanto más lejos he estado de sus calles, Hortaleza se ha engrandecido más en mi cabeza”.

UN FUTURO CANCELADO

La portada del disco es una especie de alegoría distópica de Los Trotamúsicos; la serie de dibujos animados basada en el célebre cuento de los hermanos Grimm Los músicos de Bremen. Y tal y como lamenta la banda en “Espíritu del 92”, un “cuento” es precisamente lo que nos contaron hace tres décadas. “Ese relato oficial y tramposo de la meritocracia lo percibí ya desde el instituto”, asegura Milky, “pero yo trabajo de mozo de almacén en una empresa a punto de cerrar y ahora habría tenido otro contrato de obra y servicio, de no ser por un diputado gilipollas que se equivocó en la votación. Le dedico mi contrato indefinido; el primero a mis 27 años”.

Bremen no existe ha supuesto una pequeña revolución para el cuarteto. Y es que, según el batería, “aunque a algunos les pese, es posible que Biznaga actualmente suene a punk, rock y pop, cogiendo lo mejor de cada casa y lanzándolo a tu pechito y a tu cocorota”.

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