Existen suficientes experiencias previas en Madrid y con bastante éxito, por cierto, en la creación y gestión de espacios o lugares donde la iniciativa ciudadana, previo acuerdo con la administración, desarrolla proyectos autogestionados en beneficio de la comunidad, como Centro Social Seco, Espacio Vecinal Montamarta, Campo de la Cebada, La Tabacalera o Patio Maravillas.
Desde la Asamblea Popular 15M de Hortaleza llevamos persiguiendo hace tiempo la consecución, en nuestro distrito, de un centro similar.
Para conseguirlo sería necesario una cesión temporal, por parte de la nueva Junta Municipal, del uso de uno de los muchos edificios o parcelas que en la actualidad están infrautilizados o totalmente abandonados.
Estos locales, al ser de titularidad municipal o autonómica, son también de todos. Los hemos levantado con nuestros impuestos y resulta aberrante que su no utilización esté produciendo su deterioro por falta de conservación o por vandalismo (de todos es conocido el caso del colegio Rubén Dario, por citar un ejemplo).
El Ayuntamiento cedería el espacio, pudiendo disponer también de los suministros básicos -agua y luz- sin ninguna otra necesidad de subvención, puesto que el proyecto tiene prevista su autogestión; los promotores se comprometen a generar y gestionar actividades abiertas al vecindario sin afán de lucro.
¿Centro Social, para qué y para quién?
La idea consiste en disponer de un centro donde todos los colectivos, movimientos sociales, asociaciones y vecinos y vecinas dispusieran de un espacio común autogestionado, donde se pudiera fomentar y difundir la cultura, así como desarrollar los proyectos sociales de cada entidad. En general, cualquier actividad que el vecindario desee realizar de forma consensuada y siempre bajo los principios básicos de autonomía, horizontalidad, cooperación, transparencia y responsabilidad social.
Además de todas las posibilidades enumeradas (que no tienen que ser únicas ni excluyentes) el proyecto persigue la consecución de un lugar donde se fomente la comunicación, interrelación y participación del tejido social, buscando la integración en igualdad, visibilizando la diversidad del distrito y promoviendo las manifestaciones culturales activas.
Para su consecución es imprescindible la implicación responsable de todo aquel colectivo o vecino/a que desee participar en este ilusionante proyecto y en la vida pública del distrito, tejiendo redes de apoyo solidario y estableciendo nuevas formas de organización social. No pretendemos crear guetos, propugnamos la participación de todas las personas que tengan ideas y espíritu de colaboración.
Tenemos muchas esperanzas e ilusiones depositadas en este espacio comunitario y estamos seguros de que la nueva Junta Municipal estará a la altura de las expectativas que los vecinos han depositado en su futura gestión. Porque solas no podemos, y además no merece la pena.