El pasado 21 de mayo no fue un lunes cualquiera para más de un millón de madrileños que se levantaron sin suministro de agua. De madrugada, una llamada alertaba a la Policía Municipal de que una tubería había reventado en Sanchinarro, en la rotonda de Niceto Alcalá Zamora con Francisco Pi y Margall. A las 5.24 horas, ya se comunicaba el corte de todos los accesos a la glorieta, así como el tráfico desde la calle Príncipe Carlos, M-11, avenida Fuerzas Armadas y calle Julio Casares.

Horas después, se hizo público un comunicado del Canal de Isabel II en el que se hablaba de “una incidencia fortuita de la conducción de agua en la zona este de Madrid” que había afectado a Vallecas, Barajas, Hortaleza, San Blas, Ciudad Lineal y Vicálvaro, el barrio de Las Tablas y zonas de Paracuellos del Jarama, Alcobendas y Coslada.

COMPLEJA SOLUCIÓN

Exactamente, se trataba de la rotura de una tubería de agua potable de 1,6 metros de diámetro y de un colector de saneamiento que había provocado un socavón de 100 metros cuadrados de superficie (parte del cual está debajo del asfalto) y 28 metros de profundidad, con lo que también había desaparecido una galería de tuberías.

WhatsApp Image 2018 05 28 at 16.13.15El socavón de Sanchinarro, desde el aire el pasado mes de mayo / Foto Iván Pérez

Gracias al trabajo de más de 70 personas entre técnicos del Canal de Isabel II, Adif y la Junta de Hortaleza, a las 17.00 horas, se anunciaba el restablecimiento completo del suministro de agua. Pero aún quedaba por arreglar el socavón y reconstruir la galería, labor compleja debido a la profundidad a la que había que trabajar y las diversas medidas de seguridad, con lo que se anunciaba una previsión de dos o tres meses hasta poder finalizar la obra.

LENTITUD DE LAS OBRAS

Como medidas de movilidad, todos los días desde las 4.00 horas, la Policía Municipal regula la salida de los autobuses de las cercanas instalaciones de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) –facilitada mediante la rotura de la mediana y un semáforo provisional– y el tráfico de la entrada y salida de Sanchinarro y Valdebebas. “Hemos estado en contacto con la asociación vecinal y nos cuentan que ellos mismos se han autorregulado y salen por Pintor Lucio”, indicó Luis Mora, coordinador del distrito, en el Pleno de junio cuando le preguntaban sobre los atascos producidos, “pero los agentes también están para informar de las mejores rutas alternativas”.

“Debemos alegrarnos de que el agua fuese hacia la ladera del antiguo arroyo de Valdebebas, ya que las consecuencias podrían haber sido peores”, comentó Luis Mora al informar sobre el estado de la reconstrucción. “Los 28 metros de profundidad están rellenándose con hormigón, no con tierra (como estaba antes) y, para evitar que se hunda, están trabajando por capas”, respondió el coordinador ante las críticas por la lentitud del proceso y recordaba que “hay que primar la seguridad, aunque esto suponga un perjuicio para los vecinos”.

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