Este martes 24 de octubre, Día de las Bibliotecas, la vecina del distrito Rosa Armonía Morán Lorente, de 88 años, recibirá en la biblioteca Huerta de la Salud el premio de Lectora Ejemplar de Hortaleza.
Rosa, que llegó a Pinar del Rey en 1972, es una ávida lectora desde niña. A los 7 años devoró El conde de Montecristo. Es usuaria de las bibliotecas del distrito desde que frecuentaba, en los años setenta, la parada de bibliobús de López de Hoyos, donde hizo amistad para siempre, recuerda, con su amiga Maricarmen. Ambas se intercambiaban los dos libros que cada una se podía llevar en préstamo; pocos lugares tan ideales para estrechar lazos afectivos como los entornos del libro.
Luego se convirtió en asidua de la biblioteca de Caja Madrid de Canillas y, con posterioridad, de la del Dulce Chacón, en la UVA, y de “la del Silo”, como llama a la de Huerta de la Salud, tras su inauguración.
El género preferido de Rosa es la novela negra, sobre todo la sueca, matiza
El género preferido de Rosa es la novela negra, sobre todo la sueca, matiza. Le apasiona Patricia Cornwell, con sus obras protagonizadas por la doctora forense Kay Scarpetta. Dice que no le gusta la novela romántica, la rosa, que en todo caso la leyó, expresa con gracia, cuando era joven. Disfruta con autores españoles como Lorenzo Silva, Dolores Redondo y Javier Castillo. Y es lectora, cuando hay ejemplares en la biblioteca, de Hortaleza Periódico Vecinal.
Los bibliotecarios de Huerta de la Salud la recuerdan como una usuaria de toda la vida. Antes acudía con una bolsa colgada del hombro y llegaba desde casa andando; ahora lo hace con un carro de la compra que empuja con dificultades y utilizando el autobús; pero ella sigue necesitando libros, ni siquiera un glaucoma la detiene en su devoción por la lectura.
El Día de las Bibliotecas, por la mañana, los bibliotecarios de Huerta de la Salud estarán esperando a Rosa Armonía (les encanta su segundo nombre) para entregarle su diploma acreditativo, un lote de libros (donde no faltará una novedad de novela negra sueca) y algún que otro regalo.
Seis años después de Josefina Represa, otra mujer de Hortaleza ha llamado sin querer a los corazones de los trabajadores de la biblioteca, y les ha vuelto a recordar cuánto han leído nuestras mayores a lo largo de sus existencias, por lo general nada fáciles, y cuánto valen como usuarias y como personas.
