Las previsiones vaticinan un fin de semana pasado por agua. Según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la probabilidad de lluvia en Madrid es casi del 100% desde el viernes por la tarde hasta el domingo. Esos eran los días elegidos para que Hortaleza celebrase este año sus fiestas patronales, las de la Virgen de la Soledad. Ante el riesgo de que el cielo aguara las fiestas, sus organizadores han decidido suspenderlas, porque tampoco ha prosperado, por trabas burocráticas, aplazarlas una semana, como se habían propuesto. El casco antiguo del barrio se queda este año sin verbena.
La Asociación Pueblo Hortaleza, que recuperó las fiestas en 1993 tras varias décadas de barbecho, ha solicitado a la Junta de Hortaleza el aplazamiento, contando inicialmente con el visto bueno del Ayuntamiento, aunque finalmente no se han podido obtener los permisos municipales para celebrarse desde el viernes 20 de septiembre manteniendo el mismo programa y horarios previstos para este fin de semana.
En principio, todas las actividades de las fiestas quedan canceladas. Sin embargo, la tradicional ofrenda floral a la virgen, que se realiza tradicionalmente en la Plaza de la Iglesia de Hortaleza para dar comienzo a los festejos, y la procesión se trasladan al domingo 22 de septiembre.
En la asociación se plantean celebrar el próximo fin de semana algún acto simbólico en su local de la Plaza del Doctor Calvo Pérez que no requiera autorización municipal, aunque la suspensión de las fiestas ha provocado desánimo. Muchas familias del antiguo pueblo también han cancelado las comidas que hacen coincidir todos los años con los festejos patronales.
Centenarias y vestigio del pueblo que fue Hortaleza hasta hace 70 años, las fiestas patronales se han celebrado tradicionalmente entre la segunda y la tercera semana de septiembre. De origen agrario, como en otras muchas localidades castellanas, las fiestas del antiguo pueblo se celebraban tras la cosecha. En Hortaleza, que tuvo viñedos, tendría sentido que fueran en mes de vendimia, como apunta Aquiles Obispo, autor del libro Más de cien años de historia de Hortaleza.
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