Esta semana ha arrancado con el Gobierno de la Comunidad de Madrid anunciando una serie de medidas con carácter extraordinario para evitar la propagación del coronavirus (COVID-19) que se aplicarán en toda la región durante 15 días. Entre ellas, la suspensión temporal, desde este miércoles 11 de marzo, de la actividad docente presencial en universidades, Formación Profesional, Bachillerato, Educación Secundaria y Educación Primaria e Infantil.

La suspensión de las clases, así como el aplazamiento de exámenes y de actividades extraescolares, afectan en Hortaleza a más de 30.000 estudiantes matriculados este curso en los más de 50 colegios e institutos, públicos, concertados y privados, del distrito, el segundo con más población en edad escolar de la ciudad de Madrid.

Esto supone, por un lado, que los centros escolares deben facilitar que la actividad académica del alumnado no se vea afectada y se desarrolle de manera online desde sus hogares (a través de plataformas virtuales como Classroom y Moodle de Educamadrid, la aplicación Roble y el correo electrónico, así como los sitios web y las redes sociales de cada centro) y, por otro, que cualquier estudiante menor de edad debe quedarse al cuidado de una persona adulta.

¿QUÉ HACEMOS CON LOS HIJOS?

Normalmente, cuando los escolares no pueden asistir a clase y si se tiene la suerte de contar con su ayuda, suelen quedarse a cargo de los abuelos y abuelas, pero, en esta ocasión, se desaconseja debido a que son la población de mayor riesgo.

Cuando los escolares no pueden asistir a clase, normalmente, suelen quedarse a cargo de los abuelos y abuelas, pero, en esta ocasión, se desaconseja

Por ello, desde la Administración, «se aconseja a las empresas que realicen ‘teletrabajo’ y facilitar la flexibilidad horaria para la conciliación familiar». También se ha anunciado la creación de una compensación económica para aquellas familias que vean mermados sus ingresos porque uno de los progenitores tenga que quedarse en casa.

«Las familias tienen por delante una ardua tarea, ya que hay que conseguir que los alumnos no pierdan el ritmo de estudio, que sean responsables y realicen las tareas que les indique el centro y que cumplan las pautas sanitarias», indicaba en un comunicado Rosario Arias Pérez-Ilzarbe, directora del instituto público Conde de Orgaz, donde este pasado martes la actividad fue frenética, con reuniones de urgencia para organizar la agenda docente de las próximas semanas y «hacer todo lo posible para que la marcha académica del curso no se vea muy perjudicada».

Sin embargo, esta es una de las mayores preocupaciones, sobre todo, para las y los estudiantes de Bachillerato que están preparándose para la EvAU (Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), que este año tiene previsto realizarse del 3 al 5 de junio. «No sabemos si esta situación va a alargarse ni si lo van a tener en cuenta en la EvAU de este año, y aún nos queda mucho por estudiar», comentan Vera, Josemi, Álex y Sergio, estudiantes de segundo de Bachillerato del Conde de Orgaz que salían ayer al recreo sin saber aún cómo iban a organizarse las próximas semanas.

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Colegio público Esperanza. PHOTOLEZA

Además, en aplicación de la vigente Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), a principios de mayo se realiza la evaluación individualizada de todos los alumnos y alumnas de tercero y sexto curso de Educación Primaria de los centros educativos de la Comunidad de Madrid, con la finalidad de obtener información sobre el grado de dominio de las diferentes competencias. «En el blog del cole, cada una de las tutoras colgarán diariamente los deberes y contenidos de los exámenes y las tutorías individuales se realizarán vía telefónica», indica Susana, madre de un alumno del colegio público Esperanza.

Esta medida también afecta a los centros de Educación Especial que no oferten asistencia sanitaria, «es decir, que no tengan residencia, básicamente», según aclaraba ayer Bárbara L. Padín Escudero, directora del colegio público Princesa Sofía de Canillas, a la salida del centro a las madres y padres que iban a recoger a sus hijos sin saber si esta medida los afectaba. «Yo tengo suerte porque teletrabajo, pero sé que hay familias que van a tener muchos problemas para conciliar», señala Rosa, madre de uno de los usuarios del centro.

ALARMA INNECESARIA Y MUCHOS BULOS

La actividad de las AMPA de los centros educativos del distrito también ha sido frenética durante las últimas horas. «Desde los colegios e institutos están enviando comunicaciones a través de la aplicación Roble, pero hay muchas madres y padres que no acceden a ella y las AMPA están encargándose de difundir esa información por los grupos de WhatsApp», comenta a este periódico Conchi Guitián, del AMPA del colegio público Méndez Núñez.

Estas asociaciones desmienten los bulos que están viralizándose en redes, como que el cierre de centros va a durar hasta final de curso o que las clases deberán recuperarse en julio, ya que «desde la Consejería de Educación no han confirmado nada de esto».

Desde las AMPA quieren trasladar su preocupación por la brecha digital, que, como siempre, tiene mayor incidencia en los colectivos más desfavorecidos

Finalmente, desde las AMPA quieren trasladar su preocupación por la brecha digital, que, como siempre, tiene mayor incidencia en los colectivos más desfavorecidos. «En los hogares con pocos recursos no tienen los medios necesarios para acceder a la plataforma digital y, en esta situación, no pueden acudir a una biblioteca o a un locutorio para utilizar un ordenador con internet».

Pero el cierre de los centros escolares no solo ha afectado al desarrollo de las clases, sino también a las jornadas de puerta abiertas que, en su mayoría, se celebraban durante el mes de marzo. Según indican desde la Coordinadora de AMPA de Hortaleza, «tanto las jornadas de puertas abiertas como las fechas de matriculación se posponen hasta nuevo aviso».

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