El pasado 15 de marzo, el Pleno de la Junta Municipal de Hortaleza aprobó por mayoría (con el voto a favor de Ahora Madrid y PSOE, y la abstención de PP y Ciudadanos) la instalación de una planta para la elaboración de compostaje comunitario. Para ello, se ha solicitado un espacio en la calle Arequipa que tendrá un pequeño vallado con un cartel informativo, dos composteras y dos contenedores cerrados para restos de poda.
Para poder participar en el proyecto, es necesario asistir a los talleres formativos gratuitos y rellenar una ficha con unos datos básicos que, junto con los que se recojan del punto de compostaje, servirán para hacer un pequeño estudio. A las personas que se comprometan a participar, se les dará un folleto informativo y un cubo hermético para la recogida de residuos. El primer taller se celebrará el próximo 15 de abril a las 18 horas en el salón de actos del centro cultural Huerta de la Salud.
¿En qué consiste el compostaje?
Con el fin de conseguir lo que en términos ecológicos se conoce cono residuos cero (reducir, reutilizar y reciclar), el grupo de Compostaje Comunitario de Hortaleza va a trabajar en dos líneas: por un lado, realizando compostaje comunitario y, por otro, llevando a cabo talleres de compostaje en los colegios.
Compostar significa someter los residuos orgánicos a un proceso de descomposición controlada en presencia de oxígeno, del que resulta una sustancia orgánica rica en minerales, nutrientes y microorganismos. Este material es el compost, que, al igual que el humus en los ecosistemas naturales, es el responsable de la riqueza de nutrientes, la correcta absorción de la luz y la humedad y la aireación y el drenaje de los suelos, es decir, de su calidad y fertilidad.
Dentro de las compostadoras, se coloca una capa de restos orgánicos (mondas de patatas, fruta o restos de verduras) y, encima de esta, una capa de restos vegetales provenientes de la poda de jardines; así, hasta rellenar el recipiente. El proceso total para conseguir el producto final tarda entre seis y ocho meses.
Al compostar, se reducen notablemente los restos orgánicos que, en lugar de tirarse a la basura, se usan para la elaboración del compost junto con restos de poda. Al ser un proyecto comunitario, se busca la implicación del ciudadano en la gestión de sus propios residuos a la vez que se genera un beneficio para el medioambiente.
El producto final, el compost, podrá utilizarse para abonar huertos urbanos o jardines comunitarios y, a largo plazo, también podrían crearse puestos de trabajo relacionados con el proyecto. Una buena referencia de que el proyecto es viable, es el colegio público Luis Cernuda, donde, además de un pequeño huerto urbano, está compostándose con resultados muy favorables.
Mercadillo participativo
El primer objetivo del grupo de Compostaje Comunitario de Hortaleza es lograr su autofinanciación. Por ello, el domingo 10 de abril, tendrá lugar un mercadillo participativo en el Luis Cernuda (Carril del Conde, 64) desde las 11.30 hasta las 14 horas —donde podrá disfrutarse de limonada, dulces y productos caseros, además de comprar bisutería, libros, plantas y artículos de segunda mano, entre otros— y el dinero que se recaude servirá para comprar material para el proyecto. Será una jornada lúdica para mayores y pequeños que tendrá como hilo conductor la conciencia medioambiental.