Pese a la “complicada” situación en que ha quedado el centro deportivo municipal Luis Aragonés tras el paso de la borrasca Filomena, que produjo daños estructurales en el edificio del gimnasio y vestuarios, fuentes del Área de Obras y Equipamientos han confirmado a este periódico que “se sigue con los estudios de los posibles daños en la cubierta sin que por el momento se haya detectado nada más allá de los propios petos” en la cubierta del inmueble. No hay plazo aún de inicio de obras ni apertura, pero al menos la temporada de piscinas parece haberse salvado.

La nevada causó grietas en este edificio, que llevan en observación desde el mes de enero: la duda era si su gravedad obligaría a demoler totalmente los vestuarios, o solo hacer reparaciones parciales. El inconveniente añadido al precinto de las instalaciones, que ha obligado a suspender las actividades deportivas en su interior, es que podría impedir la apertura de la piscina de verano el próximo 15 de mayo. Desde Obras afirman que esto no ocurrirá “porque se va a garantizar que la zona sea segura”.

El concejal presidente de Hortaleza, Alberto Serrano, corroboró en el Pleno de marzo las dificultades desencadenadas por la nevada en estas instalaciones. El edil señaló que la sala de máquinas de la piscina se encuentra en el edificio, por lo que habría que garantizar el acceso, además de que el perímetro de seguridad entorno a las obras afectaría al vaso de la piscina al aire libre, pero confió en alcanzar una solución con los técnicos.

El Ayuntamiento sopesó derribar los vestuarios del Luis Aragonés por los daños de la nevada

RECTA FINAL DE LAS OBRAS

También mostró confianza en que las obras de las otras piscinas al aire libre del distrito, las del polideportivo Hortaleza, pese a ir retrasadas, terminen a tiempo. Además de finalizar el saneamiento del vaso, quedaría pendiente recuperar las praderas del entorno, pero Serrano estimó que aunque no sea el día 15, las piscinas puedan abrir también “en mayo”.

Las piscinas del polideportivo de Hortaleza no abrieron el pasado verano por la reforma emprendida a principios de 2020, interrumpida tras el Estado de Alarma. Inicialmente, las obras pretendían “solucionar deficiencias en la estanqueidad y revestimiento” en la piscina olímpica reduciendo su superficie hasta un 40%. El proyecto fue cuestionado incluso dentro del propio Consistorio porque eliminaba casi 500 metros cuadrados de una piscina que cada año recibe 85.000 usuarios. Finalmente, el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento corrigió el proyecto, a propuesta de la Junta de Hortaleza, para no menguar el tamaño de la piscina olímpica.

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