Las Fiestas de Juan y Juana llevan décadas dando la bienvenida al verano en Hortaleza. Surgieron en los años setenta, cuando se prendían hogueras siguiendo la tradición de San Juan. Unos festejos hasta ahora asociados al fuego, aunque desde este año son también unas fiestas remojadas en agua. El pasado sábado 21, con motivo del solsticio, la asociación La Unión de Hortaleza organizaba una nueva edición de Juan y Juana que comenzó con una batalla de munición indolora, incolora, inodora e insípida, también idónea para afrontar el calorazo con el que el verano se estrenaba rompiendo los termómetros.
«Fue algo improvisado, porque como la Junta nos ha limitado el horario de los conciertos hasta las once de la noche, para aprovechar el día retomamos las actividades por la mañana, y como iba a hacer tanto calor la idea era hacer algo refrescándonos, a la manera de nuestras vecinas de Vallekas, que llevan un montón de tiempo celebrando su famosísima Batalla Naval», explica Sonia San Andrés, presidenta de La Unión de Hortaleza.
En efecto, la inspiración proviene de la tradición vallecana de mojarse todos los veranos cuando este barrio madrileño celebra La Karmela, sus peculiares fiestas del Carmen. Allí, en 1981 y mientras montaban las barras de las fiestas, un grupo de vecinos se arrojó agua para refrescarse ante las inclementes temperaturas de julio. Desde entonces, el vecindario vallecano se empapa todos los años en la Batalla Naval, organizada por la Cofradía Marinera de Vallekas, que se ha convertido en el evento más multitudinario del barrio con miles de asistentes cada verano.
La primera batalla naval de Hortaleza fue más familiar. Un centenar de personas (grandes y pequeños juntos y revueltos) se citaron en la explanada de la calle Santa Susana con bañadores como uniforme y empuñando pistolas de agua. También hizo acto de presencia ‘El aguafiestas‘, un nuevo personaje de la mitología hortalina que intenta prohibir festejos vecinales y fue el blanco favorito de los chorrazos. El muñeco quedó empapado, como la mayoría de los contendientes de esta batalla sin daños personales y apenas materiales, más allá de la ropa mojada.
Con la batalla naval arrancó una larga jornada de actividades para todas las edades, así como las actuaciones de Sambaleza o los grupos Boolingas y Obsolescencia Desprogramada. Durante esta edición de las fiestas de Juan y Juana, la asociación La Unión hizo entrega de una nueva edición del premio Borja Valcárcel a la participación ciudadana, que este año recayó en el vecindario de la UVA de Hortaleza, que lleva más de 60 años peleando por el derecho a la vivienda digna.
Fotos de Sandra Blanco
