Mis padres se casaron en un pueblo en Países Bajos el 25 de marzo del ano 1953, y solo dos días después estaban en Madrid. Ambos procedían de pequeños pueblos holandeses. Se conocieron al principio de los años cincuenta, se enamoraron y quisieron casarse, pero mi padre no tenía trabajo. En un periódico para panaderos encontró un vacante de empleo en Madrid. Y le dijo a su entonces novia: “Me voy a Madrid, y si todo va bien quizás puedas venirte también”. Mi madre decidió irse con él.
Así, se casaron y se marcharon en un tren hacia España. No hablaban ni una palabra de español. Les habían prometido una casa en Madrid, pero no era cierto. Por eso se establecieron en un hotel, y mi padre cada día tomaba un autobús dirección a Hortaleza, donde se encontraba la fabrica de pan, Pan Toast, donde le habían ofrecido empleo.
Muchas veces me he preguntado como se sentirían al principio en Madrid. En medio de esa gran ciudad, con tanta gente, tráfico y ruido incluso a altas horas de la noche. Los aromas del aceite de oliva, el vino siempre sobre la mesa. Era tan diferente de la vida en los pueblecitos en Países Bajos donde vivían.
Mi madre estudió español en el hotel mientras mi padre trabajaba en la fabrica. A veces mi madre cogía el autobús a Hortaleza y caminaba el último tramo de la carretera andando. En ocasiones tomaban una copa de vino en un bar de Hortaleza donde el dueño les dio una jarra de regalo.
Mi hermana mayor y yo nacimos en Madrid, aunque a finales de los años cincuenta mis padres volvieron a Países Bajos. El periodo relativamente corto en España ha tenido una influencia duradera en nuestros padres. Ambos amaban mucho el país y la mentalidad española.
En España se expandieron sus horizontes y creo que les dio un sentimiento de libertad. Eran los primeros años de su matrimonio y nunca lo olvidaron. Siempre mantuvieron contactos con sus amigos españoles y siempre hablaron el idioma castellano, aunque hubieran pasado muchos años.
Cuando mi padre se jubiló, viajaron juntos a España muchas veces. Mi padre falleció en el año 2000, y mi madre el año pasado a los 91 años de edad. Habían pasado 70 años desde que fueron a vivir a España, donde coleccionaron muchas jarras.
En su últimos días, a mi madre le gustaba mucho hablar con sus hijas y nietos sobre la historia de cada jarra de su colección. Sabía exactamente dónde y cuándo habían obtenido cada jarra. Entre ellas, la de vino garnacho de Hortaleza. Esos recuerdos la hacían feliz. Ahora nosotras, las hijas, somos las herederas de las jarras, y con eso, de los recuerdos preciosos de España.
Hola Matty Brokking
Una historia muy bonita.
Los comienzos de sus padres en Hortaleza, seguro que fueron muy duros, viniendose a trabajar a un pais diferente y sin saber el idioma.
Lo mismo que muchos españoles que hicieron el camino inverso.
Espero que el tiempo que pasaran en Hortaleza fueseis muy felices.
Un saludo fuerte, sra. Matty
Será porque pasan los años,será porque ya no están aquellos que nos enseñaron a querer el barrio,recuerdo el toast,el calor que desprendía ,y ese olor que salía cuando pasabas por delante de sus puertas abiertas,la cinta transportadora,sus furgonetas,a Julio conduciendo ,y me recuerdo de tus padres(a través de las historias contadas por los míos),también mencionados Mister Teell ,su mujer e hijos,que trabajaron en la fábrica.
Un placer haberte leído,volver a aquellos días,y alegrándome que esteis bien.
un saludo
P:D Gracias al periódico,por mantener vivo el barrio
En el año 1965 mis padres hicieron el camino inverso y se fueron a trabajar a los Países Bajos. Mi padre consiguió aprender algunas palabras de neerlandés pues le daban clases en la fábrica, pero mi madre que en aquella época ni sabía leer ni escribir, hacía la compra y lo que hiciese falta con señales. Hoy nos lo sigue contando como una muestra de superación.
Estuvieron muy poco allí pues mi padre encontró trabajo en Madrid y se volvieron. Hace unos años volvieron en un viaje organizado y lo disfrutaron mucho
Muchas veces he pensado que podría haber sido “holandés”.
Qué extraordinaria y sorprende la historia que se cuenta aquí por lo insual en una época en que los españoles iniciaron una gran migración a Francia, Países Bajos, Alemania…
Mi padre trabajó en esa fábrica durante un tiempo y me habló de tu padre.
Felicidades por el magnífico trabajo de recoger la historia de Hortaleza. Hay material para editar un libro
Enhorabuena