Los conflictos de lindes no son exclusivos del mundo rural. También existen en la ciudad, aunque su origen se remonte a cuando todo esto era campo. Ocurre en la calle Torregrosa de Hortaleza. Allí varias comunidades de viviendas litigan desde hace años con los propietarios del colindante garaje de la calle Biosca. El motivo: el límite entre las viviendas y el aparcamiento está en disputa. El asunto ha llegado a los tribunales y al Defensor del Pueblo, que califica el conflicto como de “gran complejidad”. Entre tanto, las denuncias de los propietarios de las viviendas destaparon irregularidades en la construcción del garaje que lo han condenado al cierre. La Junta Municipal de Hortaleza, tras varios avisos y sanciones, clausurará el aparcamiento, en funcionamiento desde 1985, por no haber regularizado su situación.
En efecto, el problema se remonta a cuando todo esto era campo. A finales de la década de los 60 empezaron a emerger en la actual calle López de Hoyos, antigua carretera del pueblo de Hortaleza a Madrid, bloques de viviendas sobre tierras rústicas. Sobre el plano, la finca que alberga hoy cuatro portales de la calle Torregrosa (del número 15 al 21) se extendía diez metros desde la puerta de las viviendas. Pero cuando se construyeron las torres de enfrente, en los números 474 y 476 de López de Hoyos, la promotora también dejó lista la estructura para un futuro garaje que invadía parte de la finca de las viviendas de Torregrosa.
Aquello no supuso ningún problema durante décadas, hasta que en 2010 los propietarios del garaje hicieron obras para impermeabilizar la cubierta, sobre la que existían unos jardines que los bloques de viviendas cuidaban como suyos. Con las obras, autorizadas por la Junta de Hortaleza, desparecieron los jardines y el terreno quedó cercado con una valla de puertas candadas a tan solo cinco metros de los portales. Entonces comenzaron los problemas.
Las comunidades de Torregrosa llevaron el asunto a los juzgados, aunque la demanda fue desestimada. Sin embargo, sus denuncias revelaron que el garaje de la calle Biosca carecía de licencia de actividad En 2019, la Junta Municipal abrió un expediente de cierre y clausura porque, además, se comprobó que el aparcamiento estaba autorizado en superficie, no en planta de sótano, excediendo también la extensión permitida. A pesar de todo, el Ayuntamiento ha concedido a los propietarios del garaje la posibilidad de legalizar su situación, pero no han aportado la documentación necesaria para obtener la licencia de actividad.
El año pasado, el concejal presidente del distrito, Alberto Serrano (Ciudadanos), firmó una orden de suspensión y cese inmediato de la actividad de garaje que los propietarios no han cumplido, lo que ha provocado que sean sancionados económicamente en tres ocasiones. El siguiente paso es una inspección previa al cierre definitivo, que los propietarios del garaje dan por hecho que se producirá en las próximas semanas.