Miguel Domingo es vecino de Hortaleza, desde que vino a este mundo hace 39 años. Él es uno de los tres miembros de Arigato; un proyecto musical que surgió poco antes de estallar la pandemia de la covid-19. De hecho, el trío compuso algunas de sus canciones durante el confinamiento: “Cada uno por separado tenía la idea de montar una banda para público familiar, y un día después de un concierto en el que tocamos juntos, alguien lo dijo y los tres nos miramos con cara de coincidencia”, recuerda Miguel. Así, el grupo surgió de la necesidad de crear “música diferente” a la que tocaban y a la que se ofrecía para familias, y para otro público al que estaban acostumbrados.

CUENTOS MUSICADOS

Arigato ponen música a cuentos clásicos y a otros más modernos, “por los valores que transmiten” o porque la historia les “divierte”. El germen de este concepto radica en su propia experiencia como progenitores. Según el músico hortalino, cuando empezaron a tocar, sus hijos leían muchos cuentos ilustrados, porque estaban en la etapa de educación infantil, y de ahí que su idea siempre fuera que las personas que los escuchan “vuelvan a casa con ganas de leer”.

Con ese criterio, a veces escogen libros que ya son clásicos y que mucha gente conoce “y puede releer”, pero también otros no tan conocidos, que la gente pueda querer descubrir después de escuchar sus canciones. El debut discográfico de Arigato, Cuento que te canto, vio la luz hace algo más de un año, pero la banda lleva ya un tiempo produciendo nuevas canciones. “Esperamos poder sacar alguna de ellas para Navidad, con temática navideña y lectora al mismo tiempo”, adelanta Miguel.

ARIGATO, MUCHO MÁS QUE CANCIONES

El pasado 29 de julio, el trío madrileño presentó el videoclip de “¿A qué sabe la Luna?” en la sala Galileo Galilei de la capital. Porque para Arigato no solo es importante la música. “Cuidamos mucho todo el material visual”, reconoce Miguel. “Este ha sido nuestro vídeo más pensado y cuidado, y estamos muy contentos con el resultado. Muchos de nuestros vídeos incluyen un karaoke en mayúsculas (esencial para primeros lectores, que aprenden a leer en mayúsculas) y para que los más cantarines puedan cantar con nosotros”.

“Como sociedad hemos aprendido a hacer una crianza más consciente, abierta y respetuosa con los niños”

Por razones obvias, la interacción con el público en los conciertos de Arigato es más mucho más importante si cabe que en los de bandas que hacen música para otro tipo de públicos. De ahí que Miguel recalque que sus conciertos “no son solo una sucesión de canciones”, ya que los asistentes pueden participar con bailes, “conjuros”, juegos de memoria o de repetición, “disfrutando mucho más si te sientes parte del espectáculo”.

PARA TODOS LOS PÚBLICOS

Las canciones de Arigato son bastante más elaboradas que las de otros célebres proyectos de música infantil. “Como sociedad hemos aprendido a hacer una crianza más consciente, abierta y respetuosa con los niños”, asegura Miguel. “Cada vez más adultos pensamos que los niños son muy receptivos y están preparados para escuchar cualquier tipo de sonido, estilo o estructura musical”.

De hecho, Arigato quiere que desde la perspectiva de padres o madres se pueda disfrutar de unos sonidos un poco más agresivos o más suaves, pero a la vez que sus hijos disfruten y asimilen un abanico variado de estilos y sonidos, para que poco a poco vayan creando su gusto musical. “Queremos ofrecer algo más allá que lo que se escucha en la radio comercial actual o en las playlists principales de las plataformas digitales”, concluye Miguel.

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