Desde su experiencia como profesional en asuntos de consultoría de procesos, Nélide Garimez, pucelana de nacimiento, pero vecina de Hortaleza desde hace 23 años, publicó unas semanas antes de que se decretase el estado de alarma su primera novela –Juzgado de Familia, un viaje al infierno–, donde expone una reflexión sobre el sistema judicial español en el ámbito de la mediación familiar.

En el texto, la autora también propone unas cuantas mejoras para renovar un sistema judicial que considera «desactualizado» y que define como «un fracaso institucional».

Durante el confimaniento, mientras seguía con la promoción online de su novela, la autora ha querido aportar su granito de arena participando en Cartas con Alma, una iniciativa del Colegio de Médicos de Madrid que consistía en escribir una carta con un mensaje de ánimo para ayudar a las personas ingresadas y aisladas por la COVID-19. «Se trataba de contarles quién eres, cuál es tu nombre de pila, qué edad tienes, qué estudias o a qué te dedicas, y una historia que les haga evadirse del aislamiento, para hacerles más llevadera la situación que están viviendo».

PREGUNTA: ¿Quién se esconde tras la autora de Juzgado de Familia, un viaje al infierno

RESPUESTA: Mi principal afición es la escritura y la lectura, pero me encantan todas las artes escénicas, el teatro, la danza y la música, especialmente el jazz. Hasta que llegó la cuarentena, iba casi todas las semanas a alguna actuación de un tipo u otro.

¿Por qué decidiste escribir este libro?

No se me ocurre mejor forma de expresarlo que la que puse en la reseña de la editorial: «por la necesidad imperiosa de desenterrar la verdad de un trozo de vida sepultada bajo escritos judiciales repletos de mentiras descomunales, por la defensa de la custodia compartida burlada y humillada por letrados de uno y otro lado del estrado y por la ineludible responsabilidad de contribuir a la reforma del mal llamado sistema judicial de familia, antiguo, trasnochado e irrespetuoso con las familias». Es decir, mi sensibilidad como mediadora, como mujer, como madre y como ciudadana de este país entró en estado de shock al conocer muy de cerca esta historia, y solo me pude sacar el trauma a golpe de párrafo.

"Mi sensibilidad como mediadora y como madre entró en estado de shock al conocer muy de cerca esta historia, y solo me pude sacar el trauma a golpe de párrafo"

¿Qué te aporta la escritura?

La escritura me aporta libertad de expresión. Cuando escribo, me siento libre de decir todo lo que quiero y cómo quiero, de expresarme en fondo y forma como realmente lo siento, por eso también opté por la autopublicación.

¿Qué te ha sido más complicado de la autopublicación? ¿Se lo recomendarías a más autores?

Escribir no es sencillo, pero depende solo de ti, mientras que en la promoción es justo todo lo contrario, dependes de los otros, de los que no conoces ni te conocen. Para mí, además, es un mundo nuevo y extraño, ya que ni siquiera era activa en redes sociales. Yo creía que la prensa grande era accesible con una mensaje de correo, pero mira por dónde no lo es.

En el caso de Círculo Rojo, todo el proceso de edición ha sido muy fácil, una vez superas la valoración de lectura, todo te lo van resolviendo, las portadas, maquetación, la impresión e incluso la distribución si así lo solicitas.

En ese sentido, si alguien quiere ver su obra impresa por el gusto de verla tal cual se la ha imaginado, la recomiendo totalmente. Pero, si lo que quiere es vivir de la escritura o al menos vender muchos ejemplares, me temo que no es la opción y tendrá que conseguir publicar en una gran editorial o financiarse una buena campaña de marketing.

¿Qué van a encontrar los lectores entre las páginas de tu obra?

Pues los lectores van a encontrar, como me gusta describirlo, una crónica novelada de una vida que quería ser sencilla y normal, pero es atrapada por una mezquina venganza servida con membrete ministerial.

Quiero aprovechar para dar las gracias a los lectores que escriben comentarios en mi sitio web diciéndome lo rápido que se les pasa la lectura e incluso que ralentizan las últimas páginas para no abandonar a la protagonista… Lo más emocionante es cuando me avisan de necesitar una segunda lectura para seleccionar una frase del libro y el motivo –como les solicito en la última página de la obra y que luego cuelgo en mi web–.

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Foto Sandra Blanco.

¿Cómo compatibilizas la vida familiar, social y la escritura?

Tengo que añadir la vida laboral, la divulgación y actualmente mis estudios de especialización en Mediación Familiar al puzle de la conciliación y se compatibiliza de la única manera posible: madrugando los fines de semana y trasnochando un poco los días laborables, para darle tiempo a la familia, a ir al teatro con los amigos, hacer algo de deporte…

Pero en las últimas etapas del proceso de edición, necesité siete meses para repasar, pulir expresiones, unificar estilos, limpiar repeticiones… Cuando entras en la fase final de corrección de errores, es de una intensidad dolorosa, leí tantas veces el texto completo que me juré no volver a leerlo en la vida.

Durante el confinamiento, he estado aprovechando para intentar avanzar con la formación y la divulgación –que es muy difícil–. A ver si pongo el libro en órbita para que vuele solo y pueda comenzar el siguiente, que lo estoy reteniendo en la memoria desde el mismo instante en que di por buenas las galeradas de Juzgado de Familia.

¿Qué te llevó a participar en la iniciativa Cartas con Alma?

Fue en una conversación telefónica con una amiga , iniciada ya la cuarentena. Comentando lo poco o nada que podemos hacer los civiles por la causa, me refirió la petición de los hospitales de estas cartas para los enfermos de la COVID-19 aislados.

Cuando colgué, me puse con la primera, me lo tomé muy en serio, e intenté ponerme en la piel de los ingresados: qué querrían escuchar, cómo me podría dirigir a alguien que no conozco ni me conoce… Cuando dejé de pensarlo y comencé a sentirlo, me brotaron las primeras estrofas y vi claro que debían ser palabras de compañía y de ánimo. Y terminé con una y luego seguí con otra y con otra…

Cuando me puse con la primera carta, intenté ponerme en la piel de los ingresados y vi claro que debían ser palabras de compañía y de ánimo

Espero que hayan reconfortado a alguien en algún momento, a mí me hicieron sentir un poquito útil.

¿Qué planes tienes para el futuro?

Pues son muchos. (Risas) Quiero consolidar mi marca personal como escritora, mediadora, divulgadora, comunicadora… todo lo que pueda hacer relacionado con la causa.

En cuanto a la escritura, tengo retenido en la memoria el segundo libro de la saga de Juzgado de Familia, que espero publicar antes de que termine el año. Después, me gustaría intentar una novela de ficción para disfrutar de la escritura sin la responsabilidad tan grande que es este estilo de crónica novelada de hechos reales.

Además, estoy preparando un programa de radio –sí, en Radio Enlace– y dedicaré el verano a entrenarme y organizar contenidos. Será sobre la mediación y la familia, pero con cierta variedad y amplitud de temática.

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